Se acaba de inaugurar y es el primer centro en la Comunitat Valenciana aque aborda el tema de la sexualidad en personas con diversidad funcional. La que sea. Una especie de academia del sexo que realiza cursos, talleres, charlas, actividades... teóricas y prácticas, para hablar, experimentar y practicar una sexualidad libre, con la erótica como principal herramienta. Sin tabúes. Porque el sexo es tan importante para las personas con diversidad funcional como para el resto de los mortales.

Sin embargo, en muchas ocasiones, las familias, que se encargan de proporcionar el bienestar de sus seres queridos no piensan que el sexo puede ser una parte fundamental en sus vidas. Les proporcionan vivienda, alimento, ropa... Pero el sexo queda limitado para ellos, sino eliminado de sus vidas. Pues se acabó. Las personas con diversidad funcional ya tienen un espacio propio, un centro especializado, con profesionales y expertos para atender sus necesidades.

Con la inauguración del centro -ubicado en la calle Doctor Gil i Morte, 20- la asociación Diversidad Funcional continúa un proyecto que arrancó hace dos años gracias al apoyo de la conselleria de Sanidad, de la de Políticas Inclusivas y del Cermi. «Entre nuestros objetivos figura mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional, dando respuesta profesional, apoyo y orientación en cualquier tema sobre afectividad y sexualidad que planteen o requieran; Favorecer a través de diferentes sesiones y talleres prácticos que las personas aprendan a conocerse, aceptarse y disfrutar de su erótica de manera satisfactoria; Que cualquier persona, a pesar de su dificultad, pueda experimentar con su cuerpo y con otros cuerpos, porque todos somos capaces de dar y recibir placer y amor, de seducir y seducirse; Que familiares y profesionales puedan ser orientados en estos temas, para saber cómo abordarlos», explica la presidenta Charo Ricart (médica y sexóloga), que aborda este proyecto junto a Dimitri Zorzos, terapeuta corporal y acompañante íntimo.

La diversidad de talleres y actividades inclusivas llama la atención en un centro abierto a la sociedad ya que pueden formar parte del mismo personas con diversidad funcional y sin ella, familiares y profesionales. La oferta es muy diversa. Por ejemplo, en la actualidad, el centro aborda «un curso de desarrollo sexual para adolescentes con asperger y otro para personas con diversidad funcional intelectual y un curso para formación de profesionales en intervención de situaciónes sexo-afectivas dentro del colectivo de la diversidad funcional y un nuevo curso para formación de acompañantes íntimos». La aventura continúa.