Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Rosa María Menéndez: "A las mujeres no nos educan para ser libres, ni jefas; está mal visto"

"Lo importante es que demos una oportunidad de retorno a los científicos que se fueron", afirma la presidenta del CSIC

Rosa María Menéndez: "A las mujeres no nos educan para ser libres, ni jefas; está mal visto"

P ¿Qué nivel tiene la ciencia en España? ¿Vamos tan retrasados como a veces decimos?

R Los científicos españoles en muchos campos y disciplinas son líderes a nivel internacional, ocupan el top ten. Pero creo que eso no acaba de llegar a la gente, posiblemente los medios que estamos utilizando para darlos a conocer no sean suficientes, pero tenemos excelentes científicos en muchas disciplinas. Es importantísimo que se conozca lo que se está haciendo, que se está rentabilizando la inversión y que es necesaria la investigación. Igual que hay movimientos de apoyo a la educación o la sanidad, que yo creo que son importantísimos, también es importante que la gente pida apoyo para la investigación. Si no hay investigación, no hay desarrollo en ámbitos tan importantes como la salud. No hay futuro.

P ¿Cómo sale la ciencia española de su travesía por la crisis económica y los ajustes?

R Con necesidad de una mayor inversión y un crecimiento sostenido en el corto y medio plazo. Afortunadamente, nuestros científicos han capeado el temporal a nivel de resultados y han mantenido el nivel como refleja su producción científica. En mi opinión, el problema puede ser más de futuro si no se toman medidas.

P ¿Hemos perdido una generación de investigadores que emigraron al extranjero? ¿Cuánto tardaremos en recuperarnos?

R Es difícil cuantificarlo de una forma precisa y algunos, posiblemente, ya no se planteen la vuelta porque han encontrado unas condiciones adecuadas y organizado su vida en el nuevo destino. Lo importante es que a partir de ya ofrezcamos una oportunidad a aquéllos que quieran retornar. Con unas condiciones libres de sobresaltos que les permitan desarrollar su carrera científica. Algunos están volviendo y haciéndose un hueco en nuestro sistema de ciencia, apostando aquí con toda su energía a pesar de las dificultades. En paralelo con la convocatoria oficial de reincorporación, la Fundación General CSIC gestiona el programa «Con Futuro», que está actuando de amortiguador en su aterrizaje y les permite continuar haciendo ciencia de calidad mientras consiguen una situación más estable. Actuaciones de este tipo y a mayor escala son importantes.

P En su toma de posesión al frente del CSIC habló de la estabilidad laboral como la clave para recuperar el talento fugado. ¿Cómo se propone actuar al respecto?

R Mi primera preocupación es retener y atraer a los mejores científicos. Retener mediante la estabilización y atraer mediante el incremento de la oferta de empleo público. Ambos aspectos los tenemos definidos en el plan estratégico que se aprobará próximamente.

P ¿Indique algunas líneas?

R El personal actual del CSIC es de poco más de 11.000 personas. Para recuperarnos razonablemente necesitaríamos un crecimiento del 20 % en los próximos tres años. Queremos mantener la excelencia alcanzada y abordar proyectos multidisciplinares como los que Europa ahora está impulsando. Proyectos de tipo misión como fue, por ejemplo, la misión del hombre a la Luna. Una misión sería, por ejemplo, tener los océanos libres de plástico. Pues a lo mejor el CSIC no puede abordar el problema completo, pero sí la gestión de los plásticos en la alimentación y para ello necesitamos gente de distintas disciplinas, por ejemplo. Esos proyectos con un alto impacto social queremos reforzarlos. Además, tenemos un proceso de reducción de temporalidad, que es elevada. Para abordar un proyecto a 10 años no podemos andar con contratos cada dos años. La sociedad tiene que concienciarse de que la investigación puede ayudarnos a salir de la crisis. El desarrollo de nuevas tecnologías es el motor del desarrollo económico de todos los países.

P ¿Hay precariedad en el CSIC?

R Los contratos en el CSIC no son precarios económicamente, son razonables. El problema que tenemos es de estabilidad, que puedan consolidar una carrera científica. Estamos analizando con los sindicatos, con el ministerio, viendo posibles vías alternativas. Estamos intentando consolidar la nueva carrera científica, que sería de empleado laboral no funcionario. Me refiero a los llamados investigadores distinguidos, una nueva figura que se ha creado, una vía más flexible de contratación para así poder fichar a gente. Esto consistiría en evaluar periódicamente, a los cinco años, y queremos ver también cómo pueden ser incentivados en función de la productividad.

P Las mujeres científicas insisten en que aún hay mucho machismo en cátedras y laboratorios. ¿Usted lo sufre o lo sufrió?

R Personalmente no lo he percibido, aunque me haya costado mucho esfuerzo en todos los sentidos. Logré la promoción al segundo nivel dentro de la carrera científica del CSIC, Investigador Científico, después de 12 años de mi ingreso en plantilla. A partir de ahí ya me fue más fácil. A los tres años ya conseguí la promoción a profesor de investigación, que es el equivalente a catedrático de Universidad. Lo que creo es que para los hombres resulta más sencillo por temas de conciliación familiar.

P ¿Una mujer, la primera, al frente del CSIC aporta algún valor diferencial con respecto a una larga lista de hombres directivos?

R En mi caso juego con mi facilidad de diálogo, de empatizar con las personas de mi entorno, pero no estoy segura de que sea por razón de sexo. Soy una persona entusiasta y entregada a mi trabajo y confío en mi equipo, por lo que no tengo problemas para delegar y esto me facilita la tarea. El ambiente de trabajo, a pesar de las muchas dificultades a las que nos tenemos que enfrentar, resulta muy agradable.

P ¿Hizo huelga el 8 de marzo?

R Yo dije que apoyaba la necesidad de aumentar la visibilidad de la mujer, pero que no solo en un día puntual. Hay que concienciar sobre ello a diario. Tenemos que ver por qué las mujeres se quedan a mitad de camino en la subida en la escala laboral, y yo siempre pienso que el tema de la conciliación familiar pesa mucho por nuestra educación, por nuestra mentalidad. Creo que a las mujeres no nos educan para ser libres e incluso para ser jefas. Parece que socialmente está un poco mal visto. Parece que es como abandonar tus labores y, en cambio, siendo hombre, sin embargo, está bien visto. Ese día yo dije que estaba de acuerdo con las manifestaciones pero yo trabajé. Al nivel institucional no marcamos disciplina, cada científico o científica toma sus propias decisiones. Hubo gente que lo apoyó y otra que no. Hubo libertad total. Yo trabajé porque tenía una agenda que mantener y consideré que debía trabajar. Lo cual no quiere decir que yo estuviese en contra.

Compartir el artículo

stats