Las redes se han movilizado con el fenómeno viral de #Cuéntalo en Twitter, una clave con la que mujeres de todo el mundo han confesado la violencia machista que han sufrido en su vida.

Ayer, la diputada de Compromís Marián Campello hizo lo propio en su cuenta, donde relató que el coordinador de su puesto de trabajo se metió en su cama durante el turno de noche sin su consentimiento.

Aquello sucedió cuando tenía 18 años, y ahora, con 31, Campello reconoce que lo primero que sintió fue «vergüenza». Un sentimiento que le acompañó durante años y que impidió que contara lo ocurrido a sus familiares y amigos.

Sencillamente, lo bloqueó. «No supe enfrentarlo, solo quería que no hubiera pasado nunca», confesó ayer. De hecho, ironizó con que ni siquiera le dio la importancia que tenía, sino que hizo «como si no hubiera pasado y seguí con mi vida como pude».

Un cambio de departamento le llevó a trabajar en el turno de noche, donde tuvo que aprender de un superior que le doblaba la edad, como ella misma recordó. Tanto su posición jerárquica como la diferencia de edad fueron dos elementos de intimidación para la diputada.

Él se metió en su cama, ante la estupefacción de Campello, que se arrinconó en la pared hasta que dejó de tocarle y de susurrarle al oído. «No fui consciente de lo que pasaba, yo no entendía nada» aseguró.

Un abuso sexual que la diputada no reveló hasta hace algunos años, cuando contó lo ocurrido a su círculo más cercano. «Nunca he querido dramatizarlo», indicó, sino que lo ha utilizado para «dar visibilidad a la superioridad que sienten algunos hombres frente a las mujeres, y en mi situación particular, en el ámbito laboral».

Nunca denunció la situación y, sin embargo, el empleado nunca volvió a trabajar de noche. Campello pensó que de alguna forma u otra trascendió dentro de la empresa. Trece años después, desconoce qué ha sido de él.

La diputada no concibe que eso pudiera ocurrir hoy. «Hubiera sido un escándalo, estoy segura de que ni él mismo se atrevería a hacerlo ahora», señaló. Mucho menos en un momento donde el feminismo está «despertando» y la viralidad de las denuncias en las redes sociales tienen gran repercusión. Para Campello, «rompen todos los tabúes y muestra que hay muchas víctimas del machismo porque el abuso de poder masculino aún es la normalidad».

¿Qué le animó a contarlo? La diputada aludió a la apertura ayer del proceso participativo de Compromís en las Corts para crear una ley que ponga freno al «bullying». Hace dos años, la parlamentaria reconoció durante una comparecencia haber sido víctima de acoso escolar.

Este paso al frente por visibilizar el problema le recordó a la denuncia de mujeres de la actualidad, por lo que quiso aportar su experiencia. No fue la única, porque la concejala de Igualdad de Compromís en València, Isabel Lozano, reconoció el lunes pasado haber sido víctima de abusos sexuales con 10 años.

«Es necesario contarlo para demostrar que el abuso y el acoso sexual existe, y las mujeres tenemos que estar preparadas para frenarlo», e instó a los hombres a saber «dónde está la línea roja».

Respecto a la sentencia judicial de La Manada, donde cinco agresores fueron condenados por abuso sexual y no por violación a una joven, Campello la calificó como «intolerable». «Forma parte del machismo impregnado en la sociedad», apuntó la diputada, quien se mostró convencida de que el feminismo «llegará también al poder judicial».