Los tres colegios oficiales de farmacéuticos de la Comunitat Valenciana han llevado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la decisión de la Conselleria de Sanidad de restringir al ámbito hospitalario la dispensación de un nuevo fármaco de estimulación ovárica que se utiliza en tratamientos de fertilidad.

El medicamento, cuyo principio activo es la folitropina deltra, comenzó a comercializarse a principios de enero bajo el nombre de Rekovelle. Solo unos días después, el secretario autonómico de Salud Pública, Narcís Vázquez, suscribía un acuerdo para que el medicamento solo se pueda distribuir en los hospitales valencianos y no en las farmacias comunitarias pese a que en el resto de España se puede adquirir en farmacias cuando lo ha prescrito un médico de la Seguridad Social con cupón precinto o con un visado de inspección (el fármaco está financiado por la Seguridad Social).

La decisión ha llevado a los farmacéuticos de las tres provincias a rebelarse ya que entienden que la administración valenciana «está infringiendo así la normativa superior marcada por la Administración del Estado y por la Agencia Española del Medicamento, Aemps», según fuentes del Colegio Oficial de Farmacéuticos de València. Así, desde enero, se da la situación de que si alguien quiere ir a comprar el fármaco cuando se lo han recetado desde la sanidad privada, puede adquirirlo en las farmacias pero, cuando ha sido un médico de la sanidad pública, la dispensación se hace solo en los hospitales.

La Conselleria de Sanidad declinó ayer posicionarse sobre el recurso de los farmacéuticos (la administración acaba de remitir el expediente al TSJ) y tampoco especificaron cuáles han sido los motivos de esta decisión, aunque la cuestión económica podría estar detrás. Con la distribución desde la farmacia hospitalaria, el medicamento se abarata ya que se detrae el margen de beneficio que se aplica en la farmacia comunitaria y que, aunque restringido por ley, puede ser significativo, sobre todo en fármacos que, como este tienen un precio elevado.

En concreto, y según el número de inyectables que contengan, Rekovelle se puede encontrar en las farmacias desde algo más de 100 a 500 euros. El precio está en sintonía con el de otros medicamentos de estimulación ovárica que se prescriben cuando la mujer se somete a un proceso de extracción de óvulos ya sea para hacer una preserva o bien para una fecundación in vitro.

La mayoría de medicamentos que se dispensan en la farmacia de los hospitales son oncológicos o inmunológicos, fármacos con una mayor tasa de interacciones y que necesitan de un control más exhaustivo, de ahí el que los profesionales de la farmacia hospitalaria defiendan la dispensación controlada en sus centros pese a la comodidad que supone, para los pacientes, tener el medicamento más a mano en la farmacia de su barrio.

Otro recurso en marcha

El recurso de los farmacéuticos valencianos por la dispensación exclusiva de Rekovelle en los hospitales acaba de plantearse pero no es el único de similares características que enfrenta a los colegios oficiales valencianos y a la Conselleria de Sanidad. En 2016, los farmacéuticos plantearon un recurso similar después de que la conselleria decidiera dejar también para el ámbito hospitalario la distribución de Elonva, otro estimulante para los procesos de reproducción asistida. En aquella ocasión, sin embargo, sí hubo reuniones previas a la decisión.