El presidente de la Generalitat y líder del PSPV fue una de las 22 voces que ayer se dejaron oír en el comité federal del PSOE para respaldar la decisión de Pedro Sánchez de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy.

«El mayor riesgo es no hacer nada», afirmó Ximo Puig, que intervino en el máximo órgano de los socialistas entre congresos después de que lo hiciera la presidenta andaluza y adversaria de Sánchez en las últimas primarias, Susana Díaz.

No hubo voces discordantes entre los líderes territoriales del PSOE. El apoyo a la moción de censura fue unánime. Pero sí hubo matices. Díaz deslizó que no puede haber ninguna concesión a los independentistas.

Puig, en cambio, dejó de lado estas disquisiciones. Su argumento es que lo elemental es poner encima de la mesa si se está de acuerdo con la corrupción del PP o no, sin entrar en pactos posibles.

Después debería venir una estabilización de la situación y la convocatoria de elecciones, si así lo quiere el resto de grupos de la oposición. «Hay muchos que están con la calculadora electoral o económica. Me interesa más el impulso ético», aseveró.

El tiempo de espera hasta unos posibles comicios es uno de los puntos centrales del debate, pero de eso no se habló en el seno del comité, según lo que trascendió del encuentro. Puig sí señaló ante los periodistas, antes de entrar a Ferraz, que el recorrido que se dibuja «lleva a elecciones más pronto que tarde».

El secretario general del PSPV aprovechó su intervención en el foro socialista para reivindicar el papel de la federación valenciana en la lucha contra la corrupción popular. Sin la acusación particular ejercida por el PSPV en la causa Gürtel «no se habría llegado tan lejos», dijo.

Puig recordó que esta actuación judicial ha supuesto «muchos esfuerzos económicos y humanos» al partido, que ha tenido incluso que vender su sede para hacer frente a las deudas, una parte de las cuales procede de la minuta de los abogados por las causas en las que se ha personado.

El jefe del Consell ejerció así de una suerte de autoridad en la cuestión de la corrupción. Recordó al respecto que se cumplían (ayer) 23 años de la primera victoria electoral del hoy encarcelado Eduardo Zaplana. Una etapa, dijo, que dejó a la Comunitat Valenciana en «el epicentro de la corrupción» y «que nos ha empobrecido y nos ha situado peor y con una hipoteca reputacional. Ya han hecho demasiado daño. Hay que buscar una solución. Ahora el resto ha de decir qué quiere».

Moción sin riesgo

Puig no ve riesgo en lo que pueda ocurrir los próximos jueves y viernes en el Congreso de los Diputados. En este sentido, expresó menos preocupación incluso que Ferraz en el resultado de la moción de censura. El PSOE, afirmó ante la prensa, «ya ha ganado», porque «ha hecho lo que tenía que hacer en situación de crisis».

El líder de la federación valenciana acudió a Madrid con el respaldo de toda su ejecutiva, que por la mañana mantuvo un encuentro para ratificar el apoyo sin fisuras a la moción de censura.

El comité federal certifica el alejamiento de Puig de las posiciones orgánicas actuales de Díaz, a la que apoyó en las primarias. El presidente valenciano, como otros líderes territoriales, ha pasado página.