«La sociedad valenciana sería muy diferente sin estos 50 años de vida de la Universitat Politècnica de València (UPV)», subrayó ayer el rector Francisco Mora en la presentación de los actos del cincuentenario de esta institución académica.

«Si pudiéramos hacer como en la película de Frank Capra ¡Qué bello es vivir! y ver qué hubiera sido de nuestra Comunitat Valenciana sin la existencia de la UPV, encontraríamos un panorama más negro y, sin duda, peor», añadió.

Y este es el reto que se marcan Mora y su equipo rectoral: acercar la Politècnica a la sociedad valenciana para poner en valor el vivero de talento tecnológico del campus de Vera, con sus dos extensiones en Gandia y Alcoi. Para ello han programado 12 meses de actividades con semanas temáticas que arrancarán el próximo 12 de junio con un homenaje en el paraninfo al estudiantado, profesorado y personal de administración y servicios (PAS) que han hecho crecer a la Politècnica en ese medio siglo.

En este acto también se rendirá tributo a los 10 rectores que ha tenido la Politècnica desde que en el curso 1968-69 abrió sus puertas con 600 alumnos. Así mismo, también se impondrá la Medalla de la UPV a los tres alcaldes de las ciudades donde esta universidad tiene campus: València (Joan Ribo), Alcoi (Antonio Francés) y Gandia (Diana Morant, que además es ingeniera en Telecomunicaciones por la UPV). Otro de los grandes actos anunciados es un macroconcierto para estudiantes el próximo 4 de octubre en la Marina Real Norte con un cartel encabezado por el grupo de indie-pop La Casa Azul.

Mora ha aprovechado la presentación del cincuentenario de su universidad para dar un golpe sobre la mesa en defensa del «uso intensivo del conocimiento» para que la sociedad valenciana «no sea vulnerable» al futuro. «Debe haber una mayor valoración, sobre todo de nuestros gobernantes, de la importancia del conocimiento y su uso intensivo», advierte. «Si no se apuesta por la investigación y la innovación se pone en riesgo el estado del bienestar», concluye.

El rector considera «un drama» que los egresados de la Politècnica y del resto de universidades públicas valencianas que se marchan al extranjero para crecer en experiencia y preparación, «cuando quieren volver a casa no tengan oportunidades». «Su formación se ha sufragado con impuestos de todos los valencianos (el 80 % del coste total del grado), y ahora su excelente preparación la están disfrutando en otros países», lamenta en relación a la fuga de cerebros.

«El talento es un motor de futuro»

El responsable de la UPV insiste en el esfuerzo de esta institución por cambiar el modelo productivo valenciano: es la primera universidad española en patentes y mantiene en su vivero de empresas 850 compañías emergentes (startup) intensivas en conocimiento creadas por sus estudiantes.

Todo este talento, «que es un motor de futuro» según el rector, corre el riesgo de emigrar «a otros lugares porque aquí no hay capital riesgo que les apoye, ni la Administración lo pone fácil reduciendo la burocracia e incentivando la innovación».

En este sentido, Mora califica de «tremendo» que el Ministerio de Fomento vaya a abrir en Málaga en colaboración con una multinacional extranjera una instalación de pruebas del Hyperloop, el tren supersónico del futuro, sin contar con los jóvenes ingenieros de la UPV que se han constituido en empresa tras ganar el premio mundial al mejor diseño conceptual de este medio transporte llamado a revolucionar el futuro. «Eso se toma por una decisión política, sin tener en cuenta la meritocracia, y así nos van las cosas como país», crítica el rector.