La situación socioeconómica de la España franquista y las consecuencias de la primera guerra carlista son las dos opciones por las que tuvieron que decantarse los 20.518 estudiantes que ayer empezaron las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) en la Comunitat Valenciana.

A diferencia de como es habitual, la selectividad de 2018 -que continua hoy y mañana- empezó con Historia, y no con el análisis de texto de Lengua castellana.

En la opción del siglo XIX, los estudiantes tuvieron que demostrar sus conocimientos sobre la primera guerra carlista y explicar términos como «carlistas» e «isabelinos», con la ayuda de dos extractos: uno de la Proclama carlina (1833), y otro de un convenio de 1839 entre los generales Baldomero Espartero y Rafael Maroto.

En la segunda opción, el alumnado explicó el significado de «autarquía» y «racionamiento» en el franquismo. Para ello, contaban con declaraciones de Franco a la revista francesa Candide, en las que el dictador afirmaba en 1938 (antes del fin de la Guerra Civil) que, económicamente, «España es un país avanzado que puede bastarse a si mismo. Tenemos todo lo que nos hace falta para vivir».

Contrario a esta postura, Walter Starkie, director del Instituto Británico en Madrid, lamentaba en otro texto «el aspecto de la gente pobre» y que la guerra «parece haber roto el corazón de la gente», ya que definía «una atmósfera de resentido sufrimiento» y constataba que era «muy común ver hombres, mujeres e incluso niños caerse en las calles desmayados por falta de comida».

En la prueba de Inglés, la segunda del día, las preguntas fueron sobre un texto de The Guardian, en el que médicos alertan de que la sociedad actual ha perdido la costumbre de dar abrazos.

«Un acuerdo sería crucial»

La de 2018 es la selectividad más multitudinaria de la última década, con 20.518 inscritos, el 58 % de los cuales son mujeres. Solo la Universitat Politècnica examina a 5.177, muchos de ellos en el Campus de Vera, donde se realizan pruebas en ocho de sus diez escuelas superiores, explicó ayer el coordinador de las PAU en la UPV, José Mas.

José Luis Cueto, vicerrector de Alumnado, reivindicó la necesidad de «un pacto de Estado por la educación» que acabe con la «incertidumbre» que envuelve estas pruebas, después de las reválidas y otros cambios propuestos por la LOMCE que no entraron en vigor.

«Un acuerdo sería crucial para que por fin tengamos un plan estable, previsible y con ciertas garantías; este momento es muy importante para un montón de estudiantes y de familias», recordaba.

Ayer a primera hora reinaba el nerviosismo por los pasillos de la UPV, hasta que los estudiantes comprobaron que el primer examen era asequible. «Espero llevar Matemáticas igual de bien que Historia; iba muy nerviosa y al final sí que es verdad que no es para tanto», apuntaba Denisse Portolés, del IES Conselleria, en el primer descanso.