No hay revolución sin daños colaterales. El vuelco feminista ejecutado por Pedro Sánchez con la composición de su Gobierno ha abierto un boquete en el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra. Ambos tienen previsto hablar hoy sobre qué hacer ante la vacante que deja la hasta ahora consellera de Sanidad, Carmen Montón, que se muda a Madrid. De momento, los máximos representantes mantienen criterios diferentes sobre cómo afrontar la situación.

El presidente de la Generalitat está convencido -así lo dijo ayer en Barcelona- de que habrá más valencianos en el segundo escalón del ejecutivo. Y alguno o alguna saldrá previsiblemente del organigrama del Consell. Por eso, señalan en su entorno, entiende que es mejor la calma y cubrir todas las vacantes de una tacada.

En Compromís, sin embargo, no ven motivos para prolongar la incertidumbre y que una cartera como Sanidad permanezca descabezada más tiempo. Dirigentes de la coalición de Oltra quieren una solución esta misma semana. Le corresponde al PSOE la designación y debe ser de una mujer para mantener la paridad actual, afirman. En el pleno del Consell de mañana debería hacerse oficial, añaden.

El elemento clave que subyace en la diferencia de criterios es, al margen de los plazos, el de la paridad. El gobierno del Botànic se componía hasta ahora de cinco mujeres y cinco hombres. Tres de ellas se encontraban en el cupo del PSOE. No iba a ser así, pero el cambio a última hora por parte de Compromís de Gràcia Jiménez por Vicent Marzà como titular de Educación llevó al PSPV a decantarse por Montón para Sanidad para garantizar así la paridad.

Puig dejó entrever ayer que se podría designar a un hombre: aseguró que se va a respetar la paridad «60 % y 40 %». Esa proporción (no estrictamente paritaria) permitiría una relación de seis consellers de un sexo y cuatro de otro. El exrector de la Universitat de València Esteban Morcillo está en las quinielas junto a las diputadas Concha Andrés, Ana Barceló y Rosa Peris, y también Ignacio Subías. Sin embargo, después del reconocimiento al feminismo de Sánchez es muy poco probable que el Consell de Puig y Oltra dé un paso atrás en la paridad. Compromís y Podemos ya advirtieron ayer que no les gusta ni que esté sobre la mesa. La única salida sería que, a la inversa que en 2015, Compromís decidiera cambiar a uno de los suyos por una.