El Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) es una fundación privada, integrada por la patronal empresarial autonómica CEV y los sindicatos CC OO y UGT, destinada a la resolución de conflictos colectivos, un mecanismo de conciliación extrajudicial.

La institución, que está adscrito a la Conselleria de Economíay se nutre de una partida fija de 663.000 euros de este departamento, se trasladó el pasado septiembre al edificio de la Cigüeña. Desde entonces comparte sede con la Conselleria de Transparencia. Coincidiendo con la firma del VI acuerdo que regula este organismo, se mudaron desde unas oficinas cercanas, donde estaban de alquiler, a estas instalaciones públicas con el objeto de ahorrarse unos 60.000 euros al año entre arrendamiento y consumos.

El TAL cuenta con dos salas grandes donde se celebran las mediaciones y arbitrajes y otras dos para reuniones de cada parte. Las instalaciones se encuentran en la planta baja de la Cigüeña, y se accede por la entrada trasera del edificio. En cuanto al personal, solo hay dos personas de forma permanente (gerente y administrativa), que se encargan de certificar sobre el resultado de los procedimientos.

Trajín de mediadores

Con todo, la afluencia es constante, más allá de los picos y valles de actividad que se produzcan. Los agentes sociales aportan mediadores en los conflictos entre empresas y sindicatos (de uno a tres dependiendo del caso), y también hay un cuerpo de árbitros, para los casos en los que las dos partes en disputa aceptan someterse al arbitraje y asumen su resolución. La CEV tiene diez árbitros y los sindicatos, cinco cada uno.

La memoria de actividad del TAL refleja que, pese a la escasez de su personal, el organismo registra bastante actividad. En 2017, en València se celebraron 211 procedimientos de mediación y un arbitraje que afectaban a casi 122.500 trabajadores. 57 mediaciones terminaron con acuerdo.

Cualquier procedimiento de convocatoria de huelga o de conflicto colectivo (ERE, modificación de las condiciones de trabajo), pasa por allí, con el objetivo de evitar los tribunales.