Dos camioneros fueron detenidos a primera hora de la mañana de ayer dentro del recinto portuario valenciano en el momento en que trataban de sacar en sus vehículos 614 kilos de cocaína con la ayuda de otros tres hombres, que también han sido arrestados y que, al parecer, pertenecen a un grupo de rescatadores de droga. De momento, la investigación continúa abierta para tratar de detener a otros posibles implicados en la trama.

Pasaban unos minutos de las ocho y media de la mañana cuando varias patrullas de la Guardia Civil del Puerto y de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odaifi) acudían a los arcos de entrada al recinto de Noatum y ordenaban la inmovilización de dos de los camiones que estaban preparados para salir ya de las instalaciones de la citada terminal de contenedores.

En las cabinas viajaban sendos conductores y los otros tres sospechosos. Cuatro de ellos fueron apresados en el momento, pero el quinto salió corriendo y llegó a encaramarse al muro exterior del recinto, lo que obligó a uno de los oficiales, un teniente, a emplearse a fondo y perseguirlo hasta que logró darle alcance y reducirlo antes de que saltase al agua. Varios testigos relataron a Levante-EMV que «el tipo salió corriendo como un gamo y el oficial que lo perseguía salió detrás. Finalmente, consiguió evitar que el otro saltara al mar para huir, que por lo visto es lo que pretendía para evitar que lo cogieran».

Una vez inmovilizados los sospechosos, fueron trasladados al cuartel de Cantarranas. Mientras tanto, otros agentes de la Odaifi y funcionarios de Vigilancia Aduanera que también participaron en el dispositivo abrieron los camiones y encontraron exactamente lo que buscaban: una veintena de mochilas de grandes dimensiones completamente cargadas de cocaína, distribuidas en pastillas de un kilo de peso, aproximadamente, cada una de ellas.

La droga acababa de ser sacada del interior de un contenedor que había llegado a la citada terminal a bordo de un buque procedente de Suramérica bajo el conocido como gancho perdido, esto es, los narcos introducen las mochilas con droga en el puerto de origen o en alguno intermedio y una vez en el destino final, en este caso València, grupos expertos en el rescate del estupefaciente entran en el recinto portuario acompañados de camioneros o trabajadores portuarios para franquear los accesos sin problemas y se llevan la mercancía.

En este sistema, tanto el empresario exportador, en Suramérica, como el importador, en España, desconocen por completo la existencia de la droga y son una víctima más de los narcos.

La droga ya está en la cámara acorazada de Sanidad Exterior y los camiones, pertenecientes a una cooperativa valenciana de transporte ajena a la acción de los dos detenidos, ya han sido devueltos a sus propietarios.