Nuevo capítulo en la polémica historia de Freda Jackson, la turista británica de 81 años que tras unas vacaciones en Benidorm que no salieron como a ella le hubiera gustado tramitó una reclamación ante el touroperador con el que había contratado su estancia en la ciudad turística -Thomas Cook- para solicitar el coste del viaje o un nuevo paquete vacacional gratis por, entre otras cosas, considerar que su hotel estaba lleno de españoles y cuestionar que por qué no se iba a otro lugar. Ahora Freda ha reculado, después de que «gente que ni siquiera la conoce la llame racista, algo que no es cierto», como confesó a un periódico británico que publicó ayer una nueva noticia sobre esta controvertida visitante.

Como se recordará, Freda se hizo famosa hace sólo unos días después de que la queja que había tramitado ante Thomas Cook tras unas vacaciones en Benidorm fuera noticia a nivel internacional. El motivo no fue otro que la causa de su reclamación. «En mi hotel de Benidorm había muchos españoles que además fueron groseros conmigo», publicó un tabloide británico sobre Freda. Ahora, la protagonista de esta historia ha roto su silencio junto a su nieta de 32 años que ha confesado ser quien escribió la carta de reclamación. «Nunca dije que los españoles deberían ir a otro hotel, solo que el hotel no atendía a los ingleses. Ha sido totalmente sacado de contexto», se defendió Freda junto a su familia.

Esta mujer, quien ha dedicado parte de su vida a cuidar de otro siendo enfermera, ha tachado de «repugnante» la reacción del público y ha querido mostrar su contrariedad por lo publicado por un tabloide británico. Freda ha querido especificar que la devolución de parte del coste de sus vacaciones se debía a los cambios en los vuelos, de los no fue avisada hasta seis días antes de los mismos.

El tropezón que lo torció todo

Es cierto que Freda se quejó de la ubicación del hotel, ya que debido a sus problemas de movilidad no se encontraba cerca de demasiados comercios, según su experiencia en la ciudad. No obstante, el hotel se encuentra en primera línea de playa de Poniente, el área opuesta a la conocida como «zona guiri» de Benidorm. Freda se golpeó la rodilla nada más llegar a Benidorm, un percance que hizo que sus vacaciones comenzaran mal para terminar mucho peor. «Era el comienzo de las vacaciones de verano, por lo que había mucha gente española, pero también había muchas otras nacionalidades allí», ha recalcado Freda, cuya nieta también ha querido apuntar que aunque «no fueron las vacaciones que esperaban, los comentarios de Freda fueron exagerados desproporcionadamente. Es una mujer encantadora. Me enoja cómo la han tratado, se han reído de ella», zanja su nieta.