La segunda votación en el Congreso para decidir el techo de gasto prevista para principios de septiembre va camino de convertirse en el primer foco de tensión para los socios del Consell (PSPV y Compromís) y del Botànic (Podemos) en el inicio del curso.
Compromís se aferra al «no» en el Congreso a la senda de déficit propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez, el mismo rechazo de la primera votación de finales de julio que molestó a los socialistas. Tampoco Podemos se apea del no.
El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, confirmó ayer a Levante-EMV que si la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no pasa de las buenas palabras a los hechos y tiene un gesto con los valencianos, Compromís votará no al techo de gasto como ya hizo en julio, cuando la propuesta del Gobierno (al que la ley le permite un segundo intento) fue rechazada por sus socios.
Mientras, el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se reúne hoy para votar de nuevo el objetivo de déficit de las autonomías. Lo hace por primera vez por videoconferencia y la posición del conseller de Hacienda, Vicent Soler, que fue abstención en la pasada votación, no estaba anoche clara.
Fuentes del Consell apuntan que aunque en la pasada votación se optó por la abstención, después el Congreso tumbó el déficit del 0,3% que Sánchez había pactado con Bruselas, de forma que se mantendría el techo del 0,1% que dejó el PP, lo que supondría para la Comunitat Valenciana perder 245 millones por lo que el escenario de un voto favorable del Consell a la propuesta del Gobierno estaba abierto, algo que de no mediar un gesto del Ejecutivo irritaría considerablemente a Compromís.
«Más allá de una abstención no creo que pudiéramos aceptarlo», avisaba Baldoví ayer, que reclamaba más valentía a los socialistas valencianos. «Nosotros ya negociamos con la ministra de Hacienda y le dijimos que si hay un gesto que aligere nuestra deuda votaríamos a favor; hay alternativas y ella se comprometió a buscarlas, pero si vuelven a traer lo mismo al Congreso eso no es una negociación, tiene que haber alguna contraprestación», exige Baldoví que recuerda que este verano el Gobierno ha pagado una deuda de 26 millones con el País Vasco que estaba en disputa desde hace más de una década, un gesto que nunca tiene el Gobierno con los valencianos, lamentaba.
A Baldoví no le preocupa el malestar de su socio, el PSPV, e incluso reclama «coraje» al conseller Soler. Según Baldoví, la posición de Compromís es «coherente con lo que hacíamos cuando gobernaba el PP y creemos que el conseller de Hacienda y el presidente Puig deberían estar en la misma línea y ser más reivindicativos y no conformarse con que nos den dos puntos más de déficit que lo único que hace es ampliar nuestra deuda de 46.000 millones».
«La posición de siempre»
Sobre la votación de hoy, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró ayer que la Generalitat mantendrá la «posición de siempre», es decir la exigencia de una financiación justa que acabe con la sangría y la anomalía democrática que la falta de financiación supone para los valencianos.
Mientras, la nueva reunión del CPFF se produce después de que el Congreso rechazara el 27 de julio la senda de estabilidad propuesta por el Gobierno, que recoge los objetivos de déficit y deuda pública para 2019-2021, y que van acompañados del límite de gasto no financiero. La senda de Sánchez fue rechazada con 173 votos en contra del PP, Ciudadanos, UPN, Bildu, Foro Asturias y Coalición Canaria, y 86 abstenciones de Unidos Podemos, Compromís, ERC y PDeCAT, frente a los 88 votos a favor del PSOE y PNV. El Gobierno presentará la misma senda.
