"Hice una oposición a profesora de 10, pero me penalizan por ser madre". "Lo que me ha ocurrido a mí nunca le habría pasado a un hombre, motivo por lo que no hay igualdad en el acceso al Cuerpo de profesores de Secundaria a través del concurso-oposición estando embarazada", denunciaba en Levante-EMV el pasado 7 de mayo la docente María Ángeles García.

Pese a quedar cuarta en el proceso selectivo, se vio relegada al último lugar en la elección de plaza de funcionaria por no realizar los seis meses de prácticas a tiempo al estar de baja maternal.

Su denuncia ha surtido efecto, y la discriminación de las mujeres embarazadas no se volverá a repetir en la fase de prácticas que inician ahora las maestras de Infantil y Primaria que este verano han ganado alguna de las 3.000 plazas sacadas a oposición por la Conselleria de Educación.

El departamento del conseller Vicent Marzà ha introducido, por primera vez en la historia, una cláusula que elimina la penalización a las mujeres embarazadas en la normativa que regula las prácticas obligatorias de seis meses previas al ingreso en el Cuerpo de Maestros. Para ello acortará a las docentes de baja maternal las prácticas a un trimestre y un día lectivo.

Negociación con los sindicatos

Así consta en el borrador de la resolución, que la conselleria abordará mañana jueves en Mesa Sectorial con los sindicatos, que establece que "en caso de que el personal funcionario (provisional) se encuentre en situación de baja maternal, este periodo de prácticas podrá tener, como mínimo, una duración mayor a un trimestre, que tendrá que ser continuado y en periodo lectivo".

Los docentes, tras superar el proceso de selección para ser funcionarios de carrera, se incorporan a su destino provisional en septiembre. Deben acometer seis meses de prácticas, que acaban en marzo, y entregar la correspondiente memoria. Si no pueden terminar las prácticas, han de solicitar una prórroga y acabarlas al curso siguiente. Esto supone perder la posición que ganaron en su concurso-oposición y verse relegados al último lugar de los aspirantes seleccionados en la siguiente convocatorias de oposiciones de su especialidad.

Esto mismo es lo que le sucedió a la profesora María Ángeles García. Tras ser seleccionada en las oposiciones de julio de 2016 en la especialidad de Orientación Educativa, en septiembre de ese año, al inicio del curso 2016-17, comenzó las prácticas que debía culminar en marzo de 2017.

Pero, se incorporó al instituto público cuando estaba en la semana 32 de su embarazo. Un mes después nacería su hija. Por esta razón, solicitó a la Dirección General de Centros y Personal docente de la conselleria una prórroga para realizar la fase de prácticas al curso siguiente, en el ejercicio 2017-18, al estar "en situación de baja por maternidad".

Cuando culminó con éxito dichas prácticas, ya no estaba en la cuarta posición que había logrado en su convocatoria sino 39 puestos más abajo por el simple hecho de haber sido madre, lo que le privó de la posibilidad de elegir el destino próximo a su domicilio.

El Sindicat de Treballadors de l’Ensenyament (Stepv) solicitó hace una semana a Educación que despenalizara a las embarazadas en la regulación de las prácticas. La cláusula antidiscriminación se mantendrá en las siguientes convocatorias de oposiciones, con 7.500 plazas de profesor de Secundaria en los próximos dos años.