Resulta extraño que un periódico mire al pasado, que se detenga en la historia; no es frecuente que el periodista, el periodismo, sea la noticia. Pero ayer miércoles lo fue. Lo fue porque Prensa Ibérica ha alcanzado su cuarenta aniversario y lo celebraba en València, con Levante-EMV, que es como decir lo mismo. Lo que pasa es que cuando un periódico, o un grupo editorial, mira al pasado tiene las manos -con las que escribe- y el rabillo del ojo siempre en el presente (la más rabiosa actualidad, la última hora) y la cabeza, en el futuro. Por eso, un aniversario, y mirar atrás, sirve para darse cuenta de cómo un periódico (Levante-EMV, en este caso) de tanto ser testigo de primera fila, de estar ahí, de verlo todo, contarlo todo, termina siendo parte de la historia.
O, dicho con palabras mucho más certeras, las del presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, «el diario local echa raíces, se involucra y pasa a formar parte del patrimonio intelectual y cultural del pueblo al que informa». Levante-EMV es un periódico valenciano de y para los valencianos, un periódico hiperlocal, un periódico con raíces, historia y pasado (que puede repasarse, a golpe de portada, en la exposición de la plaza de la Virgen) pero sobre todo con futuro. Y a él, en plena transformación digital, se refirió también Moll: adaptación tecnológica y digitalización pero con las esencias de siempre, ética, rigor, calidad y, claro, cercanía. Hoy, con el ejemplar de Levante-EMV, se distribuye un suplemento especial de 124 páginas, que también está disponible en versión digital en la web.
El cumpleaños se celebró en el Club Mercantil Levante. Qué mejor lugar para hablar de los 40 años de Prensa Ibérica, de los casi 150 de Levante-EMV, de mañana y de hoy, que el Club Mercantil Levante, emblema del papel social y dinamizador que este diario tiene en la sociedad a la que informa (y, hay que decirlo ya, mucho más). Hubo dos momentos especialmente emotivos en la gala, conducida por Silvia Tomás (Levante TV). Uno, cuando Javier Moll quiso agradecer a Jesús Prado que, como dijo, lo ha sido casi todo en Prensa Ibérica y Levante-EMV y la pantalla mostró su cara sorprendida y emocionada. El propio Moll tuvo que recomponerse para continuar y, al acabar, ambos se fundieron en un abrazo. Y dos, cuando Ximo Puig no olvidó -hay fechas que se graban a fuego- que ayer era 21 de noviembre y se cumplían 18 años del asesinato de Ernest Lluch a manos de ETA . Para este recuerdo utilizó la información de Levante-EMV de aquella jornada y un titular -una declaración del hoy conseller Vicent Soler, presente también en la sala, en una noticia firmada por nuestro compañero Rafel Montaner- que eriza la piel: «Han matado a la inteligencia».
De periodismo pasado, presente y futuro se habló, y mucho, y con optimismo en el club, donde, al terminar los parlamentos, se sirvió un cóctel amenizado por el grupo Tenor Swing. Allí, sobre una alfombra azul (el color corporativo de Prensa Ibérica, color que también eligió Pietro Leoni para Silvia Tomás, con estilismo de Elena Sanz) y entre portadas gigantes desfilaron los invitados (unos tres centenares). Autoridades, gentes de la cultura, deportistas, empresarios y sindicalistas, colaboradores, anunciantes, competencia compañera y amiga, políticos, vecinos, en definitiva lectores, necesarios, imprescindibles como el aire para respirar.
Empezando por el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que cerró el acto en calidad máximo representante institucional de los valencianos, sí, pero también (no lo olviden) de periodista valenciano, junto al Consell en pleno. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, el de Economía Rafael Climent, la consellera de Sanidad Ana Barceló, el conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzá, la consellera de Infraestructuras María José Salvador, la de Agricultura Elena Cebrián, la de Justicia Gabriela Bravo, y el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz. Y muchos más políticos, por supuesto.
Política y periodismo, siempre tan unidos. Una relación de amor/ odio (o eso dice el tópico). El delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio. El presidente de la Diputació de València, Toni Gaspar con Mª Josep Amigó, vicepresidenta, y el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez. Y alcaldes y concejales de tantos y tantos municipios. Vertebración de la Comunitat Valenciana, otra de las labores incansables de Levante-EMV a través de sus delegaciones. Por parte de València, la vicealcaldesa Sandra Gómez. Y el exalcalde Ricard Pérez Casado, por lo de la historia. Y los actuales concejales Fernando Giner, Anaïs Menguzzato, Ramón Vilar, Eusebio Monzó, Maria Àngels Ramón-Llin, Narciso Estellés o Manuel Camarasa. Por parte de Castelló, su alcaldesa, Amparo Marco.
Diputados (Joan Baldoví, José María Chiquillo, Criprià Ciscar, Rosana Pastor, por citar algunos), eurodiputados y síndicos. Les Corts, bien representadas: Fran Ferri, Emilio Argüeso, Manuel Mata, Mari Carmen Sánchez, Antonio Estañ, Alexis Marí. También María José Catalá (PP) y su presidenta, Isabel Bonig. Y altos cargos de la Generalitat, como María José Mira, Zulima Pérez, Miguel Soler, Javier Casal, Ferran Puchades, Empar Martínez, Nacho Costa, Enric Nomdedéu, Francisco Rodríguez Mulero o Joan Calabuig.
Pero no solo de política vive el periodismo. También acudieron a la cita los empresarios y los sindicalistas. Representantes de AVE -Vicente Boluda y Diego Lorente- la CEV -Salvador Navarro- las Mujeres Empresarias -Eva Blasco- o la Cámara de Comercio -José Vicente Morata- con los que el periódico hace causa y lucha común tan a menudo. Federico Félix, el presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques, o Eugenio Calabuig, de Global Omnium, Adolfo Utor (Balearia). Por la banca, el delegado territorial de Bankia Jaime Casas y Dino Gosp y César Miguel, de Caixabank, entre otros.
El Club Mercantil Levante -crecido a base de carpas- era, anoche, una pequeña representación de la sociedad valenciana, de sus tierras de sus gentes, de sus intereses, sus instituciones, su cultura, su vida, de norte a sur, de este a oeste. Como lo son las páginas del periódico, su web, sus redes sociales, Superdeporte, Levante TV o la 97.7 Radio Levante, los medios de Prensa Ibérica en la Comunitat Valenciana. Había representantes del Ejército y las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, agentes sociales, colegios profesionales, instituciones públicas como el Consell Jurídic, el Consell de Cultura, la Academia Valenciana de la Lengua, Cruz Roja...
La comunidad educativa, a la que Levante-EMV dedica también una especial atención, estaba representada al máximo nivel: rectores y rectoras de todas las universidades valencianas: Mavi Mestre (Universitat de València), Francisco José Mora (Politénica), Eva Alcón (UJI), Rosa Visiedo (UHC-CEU), José Manuel Pagán (UHC-CEU)... Y la sanidad: IVO y La Fe.
La fiesta estuvo representada al más alto nivel por la fallera mayor de València, Marina Civera. La cultura se hizo notar, como siempre: el Palau de la Música, la asociación Per Amor al Art, Berklee... Siguieron el acto y departieron animadamente José Luis Pérez Pont, director del Consorci de Museus; Manuel Muñoz Ibáñez, presidente de la Real Academia de Bellas Artes y el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón. O Ana Noguera, escritora y miembro del Consell Valencià de Cultura.
Y los deportistas, por supuesto. Como la atleta olímpica Concha Montaner o el jugador de pilota Puchol.
Y luego estábamos nosotros. Los periodistas. Los de la 'casa' y los compañeros de otros medios, y agencias. Y la gran familia Prensa Ibérica. Javier Moll y Arantza Sarasola, sus hijos Aitor Moll (consejero delegado de Prensa Ibérica) y Ainhoa Moll. Llegados desde fuera, los directores generales Luis Andreu, Isidoro Nicieza, Álvaro Alcolea e Irene Lanzaco. Y Fátima Fares, Carmelo Calvo, Armando Huertas y Esperanza Parra, del equipo de Madrid.
Desde aquí, el consejero de Prensa Ibérica, Jesús Prado; elconsejero delegado de Prensa Ibérica en la Comunitat Valenciana, Juan Antonio López Ruiz de Zuazo; el director general de Relaciones Institucionales de Prensa Valenciana, Julio Monreal, la gerente Victoria Majadas, o el director general de Artes Gráficas Jaime Abella. Y el exdirector Pedro Muelas. Y algunos delegados. Y la redacción. De otros medios, Bernardo Guzmán (Ser) o Elvira Graullera (delegada de Europa Press).
La gala estuvo patrocinada por Bankia, Renfe, Telefónica, Caixabank, Santander, Ajuntament de Vila-real, Porcelanosa, Mosaiq, Ajuntament de Castelló, Vithas, Bioparc València y Consum.
Además, ejercieron como colaboradores Quesos del Catí, Jamón de bellota grande Castro y González y Trufas Martínez, además, del grupo musical.
Los invitados pasaron, y posaron, en el photocall, como en toda buena fiesta que se precie, y además pudieron disfrutar por adelantado del Especial 40 aniversario Levante-EMV. No hubo tarta. Eso no.
Así ha sido la gala:
