El comisionado del Gobierno para el corredor mediterráneo, el geógrafo Josep Vicent Boira, defiende que el eje ferroviario litoral «no renuncia a [construir] la doble plataforma ferroviaria, pero ha de conocer el entorno en el que estamos» de adaptación de las actuales vías ferroviarias al ancho europeo entre València y Tarragona para «ir preparando los tramos de más saturación» para futuras ampliaciones. Entre los tramos con más saturación, ha citado el València-Castelló «donde es imposible introducir más tráficos, por eso se deben estudiar las posibilidades [de ampliación] para tenerlo preparado cuando la saturación de la línea ocurra».

Boira acapa de protagonizar una nueva edición del desayuno del Fórum Europa Nueva Economía en el Hotel Astoria, en el que ha repasado los cien años de reivindicaciones valencianas para la creación de este eje ferroviario litoral que ya reclamaba el empresario Ignasi Villalonga en 1918, pero que no fue «cartografiado por la Unión Europea hasta 2011 y definido en un reglamento europeo hasta 2013». Fueron necesarios «ocho años de pedagogía y firme defensa del corredor mediterráneo» desde que en 2003 se revisaron las redes transeuropeas de transporte (RTE-T) en un diseño en el que «el corredor mediterráneo no existía».

Quince años después el corredor mediterráneo sigue sin existir, a imagen y semejanza de otros corredores ferroviarios como el Madrid-València o el Madrid-Zaragoza-Barcelona, aunque estos últimos son exclusivos para viajeros y no permiten el transporte de mercancías. Un reto que el eje ferroviario litoral ha de superar quizá, ha deslizado el comisionado del gobierno para esta infraestructura, imitando actuaciones como las de «Alemania, que ha readptado las líneas existentes para darles mayor uso y rentabilidad de tráfico. Hemos de explorar nuevos modelos ferroviarios desconocidos en España», ha defendido Boira. Por eso, aunque «el cambio del ancho [del actual ibérico al internacional o europeo] está en el ADN del corredor mediterráneo» el geógrafo valenciano defiende la necesidad de explorar «nuevos servicios como las cercanías interurbanas y la creación de autopistas ferroviarias» que permita el transporte de camiones en trenes para reducir la contaminación. «El potencial del corredor mediterráneo está demostrado, pero hace falta implementar la gestión porque es la baza más importante que tenemos para jugar en el ámbito de la globalización», asegura Josep Vicent Boira. De ahí que el comisionado del gobierno para el corredor mediterráneo defienda que «se ha de velar por el corrector desarrollo de la obra, pero también hay que impulsar el desarrollo logístico de puertos y terminales y una estrategia económica y de sostenibilidad en la vida de las ciudades».

En el turno de preguntas, Boira ha respondido que el corredor mediterráneo «no tendrá una fecha de inaguración, sino que se pondrá en funcionamiento de forma gradual». Aunque sí ha ofrecido la fecha dada por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en Barcelona de que «en 2021 un tren podrá circular en ancho europeo desde Almussafes o Alicante hasta la frontera francesa».