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Carreteras

Los puntos negros crecen sin freno en una década

Los últimos datos de 2017 de la DGT marcan 58 tramos de concentración de accidentes en la C. Valenciana frente a los 19 catalogados en 2012 - El área metropolitana de València triplica a las provincias de Castelló y Alicante

Los puntos negros crecen sin freno en una década

En 2017 hubo 318 accidentes de tráfico en 58 puntos conflictivos de la red viaria valenciana. Zonas delimitadas y identificadas por la Dirección General de Tráfico al margen de los que el Ministerio de Fomento, la Generalitat Valenciana, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos recaban cada año en las vías de su titularidad.

«No es más segura una red con pocos tramos de concentración de accidentes que otra con muchos, simplemente se ha elegido un número de tramos entre los peores», apuntan fuentes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio. En total, los datos de la DGT dejan 58 puntos negros, la mayoría de ellos en la provincia de València y, más en concreto, en la red metropolitana de la capital. Hasta 41 puntos están en el punto de mira de la DGT, mientras que Alicante cuenta con 13 y Castelló tan solo con cuatro.

Sin embargo, se aprecia un acusado descenso entre 2009 y 2013. La calificación de puntos negros en la red viaria cayó en picado, alcanzando el nivel más bajo en 2012 con 19 puntos y en 2011 con 20. «El tráfico bajó con la crisis», explican fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico de València. Los accidentes se redujeron drásticamente, mucho más en las carreteras cercanas a las grandes poblaciones que acumulan más circulación de vehículos. La crisis económica y el desempleo provocó un descenso en el tráfico que se hizo plausible durante el día, cuando la circulación descendió de forma sustancial.

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Desde la jefatura señalan vías como la V-31, conocida como la pista de Silla. Los últimos datos de 2017 señalan cómo la tendencia ha cambiado y se vuelve a posicionar como uno de los punto donde más accidentes se produjeron, sobre todo a su paso por Alfafar, con 27 siniestros. Este tramo es un histórico entre los datos de la DGT, pues en 2016 se produjeron 28 accidentes y 24 en el año 2013.

El siguiente punto valenciano más conflictivo es la CV-35, a tres kilómetros de llegar a València: 19 accidentes en 2017; 8 en 2016 y 19 en 2015. La tercera vía que más accidentes acumula es la V-30, en el tramo entre la salida de Torrent y la de Avenida del Cid. Los últimos datos muestran 17 accidentes, frente a los 16 en 2016 y los 15 en 2015.

Tras València, Alicante acumula tres tramos de alta conflictividad. El nacimiento de la vía CV-865 que lleva a Santa Pola acumuló hace dos años 10 accidentes de tráfico, mientras que la N-332 a su paso por Orihuela y Torrevieja dejó 11 y 13 accidentes respectivamente, mientras que en 2016 se cobraron 9 víctimas cada uno. En cuanto a Castelló, es la N-340a a la altura de Vila-Real donde más choques se produjeron. Fueron 9 en 2017 y 6 siniestros en 2016.

Dudas en la denominación

Según explican las fuentes de la DGT, a día de hoy no hay un acuerdo unánime para nombrar a estas zonas de alta conflictividad viaria. Mientras ellos mantienen la denominación de punto negro, para el Ministerio de Fomento son tramos de concentración de accidentes (TCA), al igual que para la diputación. Sin embargo, la Generalitat mantiene las dos denominaciones y las cataloga de manera diferente.

La conselleria explica que la Generalitat determina, analiza y resuelve los puntos negros que señala la DGT con una periodicidad trienal. En estos momentos se encuentran en proceso los de 2017, para los que planteó un total de 242 actuaciones. En total, los puntos negros que afectan a la red autonómica son 26 y según los datos facilitados se han resuelto 10, aunque no especificaron cuáles. Por otro lado, determinan 85 tramos de concentración de accidentes y se encuentra en proceso de resolución los de 2016. Para las tareas de mantenimiento, la conselleria indica que en 2019 se han presupuestado 64 millones de euros, dos millones más que el ejercicio anterior.

En el caso de las carreteras provinciales de la Diputación de València, son 48 los tramos de concentración de accidentes. Para el mantenimiento de las carreteras, se destinarán en 2019 más de 22 millones de euros íntegramente a arreglar zonas conflictivas.

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