Más partidos con la irrupción (pronosticada) de Vox y la ruptura de A la Valenciana (Compromís, Podemos y Esquerra Unida), y menos escaños a repetir. Uno menos, para ser exactos. Este es el panorama para las elecciones del 28 de abril. Quedan fechas para que se publique el decreto de disolución de las Cortes con todos los detalles, pero a la vista del último padrón ya se puede avanzar que la circunscripción de València pasará de tener 16 a quince diputados.
Los intríngulis de la ley electoral y la demografía harán que València regrese a la situación de diciembre de 2015 y no repita la de los últimos comicios de junio de 2016. Cuestión de decimales.
Lo curioso es que de 2016 a 2018 el padrón de la provincia de València ha crecido (de 2.544.264 habitantes a 2.544.264), aunque en la distribución general su coeficiente queda por detrás del de Cádiz por 24 milésimas de cara a la disputa por el sillón en liza. Esta pequeña brecha es la que hace que pierda el diputado que sí tuvo en 2016.
El panorama político actual es bastante diferente. Entonces el último escaño (el 16) fue para A la Valenciana, el quinto que obtenía por la circunscripción, que fue la segunda fuerza en esta zona por detrás del PP (6) y por delante del PSPV-PSOE (3). Sería el que se perdería, aunque el escenario ha cambiado: las expectativas de los populares están a la baja, mientras que en la derecha suben Ciudadanos y Vox, a la vista de todas las encuestas. En el otro bloque, el PSOE gozaría de mayor vigor electoral que en 2016 después del paso por la presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez.
Según los cálculos a partir del último padrón, València y Asturias serían las provincias que registrarían un movimiento negativo de escaños. Los ganarían Madrid y Barcelona. La primera pasaría a tener 37 y la catalana, 32.
El coeficiente de diputados para València en función de la población sería de 13,574. A ellos habría que sumar los dos fijos con los que cuentan todas las provincias. De ahí, los quince totales.
No llega a los 16 de junio de 2016 porque Cádiz resulta con un coeficiente del 6,599. Así, la provincia andaluza se queda con nueve (siete más dos) mientras la valenciana pierde uno.
Castelló y Alicante no se mueven con respecto a los últimos comicios generales y tendrán el mismo número de escaños a repartir: cinco y doce, respectivamente.
La C. Valenciana, con un total de 32 diputados entre las tres circunscripciones, regresará así a la situación en la que estuvo entre 1996 y 2004. En 2008 subió a 33 y así se mantuvo en 2011, para bajar de nuevo a 32 en las elecciones de diciembre de 2015, las penúltimas hasta el momento. El escaño en movimiento siempre ha sido el de València.
Sin 'baile' autonómico
Donde no habrá movimientos, a la vista del padrón, es en la distribución de diputados para las próximas elecciones autonómicas, previstas el 26 de mayo, si no media adelanto por parte del jefe del Consell, Ximo Puig, que de nuevo ayer insistió en su mensaje: «Es posible, pero no probable», dijo del avance.
De esta manera, la circunscripción de Alicante elegirá a 35 diputados autonómicos, la de Castelló a 24 y la de València a otros 40.
En las elecciones municipales habrá baile de concejales en algunos municipios por variación del censo.
En la provincia de València, Palmera sube de 7 a 9 y Potries igual (de 7 a 9), mientras que Enguera baja de 13 a 11; Quart de les Valls, de 9 a 7, y Cortes de Pallás, lo mismo (de 9 a 7). Por su parte, la Yesa pasa de 7 a 5, de acuerdo con los cálculos de este diario.
Los movimientos se producen en función de la población. La ley electoral contempla oscilaciones en cifras impares.
