El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado esta mañana a su llegada al Senado, donde se aprobará hoy definitivamente la reforma del Estatut d'Autonomia, el valor del consenso y del acuerdo de los partidos valencianos para esta modificación, actitud que ha contrapuesto con "el fanatismo" y la "crispación" imperante en la política española.

La reforma, que llega con ocho años de retraso (salió de las Corts en 2011), tiene como principal objetivo blindar las inversiones del Estado en la C. Valenciana, que sean equivalentes al peso de su población en España, hecho imposible en la historia reciente. Los presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez preveían el 9,8 % de las inversiones totales para la C. Valenciana, pero quedaron en el tintero por "la pinza" de PP, Cs y los independentistas, ha lamentado Puig, que ha valorado en 1.400 millones los efectos de ese rechazo a las cuentas.

"En el futuro, gobierne quien gobierne tendrá que tener en cuenta a la C. Valenciana en inversiones", ha dicho sobre la reforma. "Mejorará el empleo y las posibilidades de un proyecto potente para la C. Valenciana", ha añadido.

"Un buen día", ha subrayado el jefe del Consell, que ha denunciado que la falta de equivalencia ha provocado en los últimos 5 años "la disminución de inversiones de más de 2.500 millones sobre lo que sería normal".

La reforma final también implica que las inversiones sean acordadas entre el Gobierno y la Generalitat. Para Puig, ese hecho significa que haya "un Estado realmente autonómico y federalizante". Un "paso adelante en cogestión y en gobernabiliad frente a intentos recentralizadores y rupturistas".

Puig ha expresado su deseo de que en el futuro los gobiernos respeten el nuevo Estatut. "Si no -ha advertido- se genera una fractura y una desigualdad no admisible a los valencianos".

El president ha deslizado que la reforma pasará previsiblemente por las Corts la semana próxima, de forma que podrá ser publicada en el BOE antes de la disolución de las Cámaras.

Entesa: no a los frentes.

Sobre la posibilidad de una confluencia botánica al Senado en las próximas elecciones generales, Puig ha asumido la posición de Ferraz, que ayer comunicó al PSPV, como ha adelantado este diario, que "no ve" esa Entesa con Podemos y Compromís porque trasladaría una imagen de "frente popular" de la que los socialistas quieren huir para no espantar al votante de centro.

Puig ha dicho que no están ni convocadas las eleccione, pero "volver al imaginario de las dos Españas, del frentismo, no es bueno". Ha señalado que la Entesa "ni se descarta ni se añade", pero el PSOE "tiene un proyecto propio y lo quiere defender".