Con motivo de la huelga general convocada por el movimiento feminista el viernes 8 de marzo, Día internacional de la mujer trabajadora, y que ha sido apoyada por diversas centrales sindicales, la Coordinadora de las Plataformas en Defensa de la Ley de Dependencia del País Valencià, "nos sumamos a esta convocatoria en la que estamos convencidas de la importancia de estas movilizaciones para conseguir la igualdad, eliminar la discriminación de las mujeres, la violencia de genero, la eliminación del techo de cristal, etc", señalan en un comunicado, donde reclaman "la imperiosa necesidad del reconocimiento de la las tareas domésticas como los cuidados de niños, mayores y personas dependientes que históricamente han recaído en las mujeres, imponiendo un papel social que no tiene un valor público como se corresponde, de acuerdo con el valor económico que estas tareas realizadas mayoritariamente por las mujeres y que tienen un gran valor para el buen funcionamiento de nuestra sociedad, que aportan tanto en el mantenimiento de las familias como del sistema social en que vivimos".

Para la Coordinador, en está última semana se ha producido una noticia de mucha importancia, que ha sido la recuperación de las cotizaciones a la Seguridad Social de las cuidadoras de personas dependientes en el entorno familiar, por parte del Gobierno central en manos del socialista Pedro Sánchez y que "en 2012 el PP quitó, en un famoso y perjudicial decreto que dejó a todas estas mujeres sin un derecho tan vital como tener en el futuro una pensión digna para su vejez", siendo las que en gran mayoría asumen estas tareas y en las que se estima que un 90 % son las mujeres las que se encargan del cuidado estas personas dependientes.

"Son muchas las mujeres que por causa de la cantidad de horas que necesitan de atención sus familiares grandes dependientes, como la dificultad de poder conciliar en el mundo laboral, las que han tenido que abandonar su puesto de trabajo remunerado por la imposibilidad de compaginarlos. En estos casos no hablamos de techo de cristal sino más bien de suelo pegajoso o también techo de mármol, que nos impide a muchas no llegar ni a aspirar a romper ningún techo de cristal, pues en nuestro caso sería más bien un techo de mármol imposible de romper, sino aspirar a poder despegarnos de un suelo pegajoso que nos impide movernos de una situación que nos oprime y condiciona nuestro desarrollo personal y profesional", aseguran en el comunicado.

"Queremos que el trabajo de cuidados no esclavice a las mujeres, que se organicen los cuidados de las personas de forma corresponsable con los hombres en las familias y en la sociedad, poniendo en marcha las leyes y políticas que así lo promuevan, como la necesaria educación personal, familiar y social que haga posible cambiar los roles que se le ha asignado a los hombres a través de la historia, para que se eduquen asumiendo las tares de cuidados, y fomentar las actitudes adecuadas a las necesidades de una sociedad que ha avanzado hacia un mundo más igualitario en todos los ámbitos de la vida con corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Que se reconozca el trabajo de las personas que son cuidadoras por el valor que tiene y que aportan tanto en el plano económico, como a nivel emocional. Por otro lado, hay que avanzar en la implementación de los recursos sociales y públicos que faciliten y mejoren esta tarea tan necesaria como son los cuidados de las personas en diferentes etapas de la vida en la que todos y todas vamos a necesitar en mayor o menor medida y que pasan por una mejor aplicación de la Ley de Dependencia, ampliar y mejorar los recursos públicos, como cuidadores personales, centros de tercera edad con una mejor calidad en la atención, centros de día, atención a la prevención de la dependencia, etc. y que vienen a completar los cuidados en la familia", apuntan entre sus principales reivindicaciones.

Desde la Coordinadora también "queremos denunciar la falta de una adecuada atención y apoyo a tantas mujeres que sufren en silencio y de forma invisible las devastadoras consecuencias físicas y psicológicas de asumir de forma permanente y en la más absoluta soledad la atención de personas que requieren de muchos cuidados y que de forma gratuita aportan humanidad y riqueza a nuestra sociedad".

"La IGUALDAD que queremos tiene que pasar necesariamente por cambiar está injusta situación ya que las mujeres estamos incorporadas al mundo laboral de forma masiva, hemos cambiado el papel social que nos relegaba a un mundo sin protagonismo, pero no nos hemos despojado del papel social de amas de casa y cuidadoras, lo que lastra y dificulta una verdadera igualdad acorde con un siglo en el que no estamos dispuestas a dar un paso atrás", añaden.