El presidente del PP, Pablo Casado, está de visita en València en su último día de Fallas. Con un tono conciliador, Casado ha explicado los tres pilares sobre los que el PP basará su campaña: financiación autonómica, educación y economía.

Un discurso en plena armonía con el que trabajan los populares valencianos, cuyos representantes han arropado al presidente: Isabel Bonig, María José Català y Belén Hoyo han sido las embajadoras de Casado, que ha asegurado frente a los medios de comunicación que se compromete a cambiar el modelo de financiación autonómica, la máxima reivindicación de la agenda política valenciana.

Como ya hiciera Albert Rivera ayer, Casado se ha explayado en denostar el actual modelo, "lesivo" para la C. Valenciana y que fue aprobado por el Psoe. "Mientras tanto, Ximo Puig en el Congreso no decía nada sobre un modelo de 2009 que era sectario y atacaba a la Comunitat, a Murcia y a Madrid, comunidades donde gobernaba el PP", ha señalado.

Casado se ha hecho con el discurso que el PPCV mantiene en la C. Valenciana. Al igual que la exigencia de una mejor financiación, el presidente popular ha alabado la "riqueza" que supone el valenciano frente a la "barrera" que el Consell trata de poner. Lejos de utilizar un tono reivindicativo, Casado ha propuesto implantar una ley donde el trinlingüismo sea el modelo imperante y los padres "no tengan que elegir la línea en valenciano para aprender en inglés". Libertad educativa, respeto a la concertada y el valenciano como mérito y no como exigencia a los profesores han sido las otras propuestas populares en materia de Educación.

Casado ha tirado de empatía con la C. Valenciana por los vínculos familiares que tiene con ella. La economía ha sido la tercera pata que el presidente popular ha reivindicado: la Ford está "preocupada" por las políticas económicas del Consell, "en un momento donde la productividad ha caído un 10%". "Solo mejorando la economía y el empleo se paga la Sanidad y la Educación", ha dicho Casado.

Los populares han comenzado la ruta fallera en la falla Pizarro-Cirilo Amorós, un monumento con grandes críticas al Botànic y al tripartito. Allí, Casado también ha hablado de Vox a colación de los últimos fichajes del partido que tienen antecedentes franquistas.

El general Alberto Asarta, cabeza de lista por Castelló en Vox, firmó el manifiesto en 2018 en defensa del dictador Francisco Franco. Por Alicante irá otro militar, Manuel Mestre, mientras que por València lo hará el historico popular Gil Lázaro. Tres candidatos para un partido que no tiene nada que ver con el PP: "hay grandes diferencias en violencia de género, en inmigración y en economía, que nuestros votantes no se equivoquen", ha avisado casado. Además, para el PP, el franquismo es "una etapa felizmente superada".

Pese a todo, el presidente popular ha insistido que se puede llegar a acuerdos en ciertos puntos como ha sucedido en Andalucia al pactar con Vox, donde el PP no ha renunciado a nada. Y ha insistido: "que los votantes y los ex votantes del PP no se equivoquen, no hay equivalencia".