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Educación obliga a los centros a garantizar que los alumnos no pierdan clases por bajas docentes

El nuevo reglamento para los institutos de Secundaria pretende solventar los problemas por la falta de profesores que dejaron meses sin Valenciano y Matemáticas a miles de estudiantes el curso pasado

Educación obliga a los centros a garantizar que los alumnos no pierdan clases por bajas docentes

A partir del curso que viene los institutos de Secundaria de la Comunitat Valenciana están obligados a garantizar que el alumnado no pierda ni un solo día de clase cuando se produzcan bajas de profesores por enfermedad.

El propio secretario autonómico de Educación y número dos de la conselleria, Miguel Soler, acababa el curso admitiendo que la falta de profesorado en concreto de la especialidad de Valenciano durante el curso pasado era un tema que todavía estaba pendiente, y con el nuevo reglamento para los centros de Secundaria se trata de solventar inicialmente.

Este curso pasado miles de alumnos perdieron incluso dos meses de clase, en unos casos de Valenciano y en otros de Matemáticas, porque ante la masiva oferta de plazas en las oposiciones los interinos que estaban en bolsa se desactivaron también masivamente y Educación no tenía de quién echar mano.

El nuevo reglamento de centros de Secundaria al que ha tenido acceso este diario trata de paliar estas situaciones obligando a los centros a «elaborar un plan de atención al alumnado en caso de ausencia del profesorado». Salvar puntualmente la situación no es solución.

Se concreta en la normativa que habrá que evitar distribuir a los alumnos en otras aulas y que los de menor edad deberán tener «atención prioritaria». Y son los propios profesores, cuando tengan prescrita una baja laboral prolongada conocida de antemano, como es el caso de operaciones quirúrgicas o de embarazos, los que tendrán la obligación de proponer un plan de trabajo, clases y actividades para que sus alumnos no pierdan el ritmo de las clases recibidas hasta el momento.

Bajas laborales del profesorado

El curso pasado se produjeron un total de 6.163 bajas docentes en la Comunitat, para una plantilla de 60.000 profesores. Ante la ya anunciada convocatoria de otras 2.500 plazas de oposiciones para Secundaria el año que viene -este año se han convocado 4.636, 279 de ellas para la especialidad de Valenciano y otras 428 para Matemáticas-, la desactivación de interinos de la bolsa laboral podría reproducirse.

Para parar el golpe Educación contempla que «en los casos de ausencia de profesorado y cuando el alumnado curse enseñanzas de educación obligatoria, las actividades programas deberán favorecer la adquisición de las competencias básicas». La pérdida de contenidos del currículo no es una opción.

En el propio plan general que cada centro elabora de cara a cada nuevo curso escolar, los institutos tendrán que incluir este próximo curso «los criterios establecidos para la elaboración de las actividades y tareas que tendrán que estar disponibles en caso de ausencia del profesorado», como consta expresamente en el artículo 83 de la sección segunda de las normas de organización y funcionamiento para los centros que impartan ESO, Bachillerato y FP.

Apertura y uso de institutos

Por otra parte, el Consell se ha propuesto dar un impulso decidido al uso de los institutos por el resto de la sociedad cuando acabe el horario lectivo, y ha incluido de manera pormenorizada la forma de proceder en estos casos porque la seguridad tanto de las instalaciones como de cuantos empleen los centros dependerá en estos casos de la entidad que solicite el edificio educativo.

En cualquier caso, la cesión de los institutos solo se contempla para actividades sin ánimo de lucro, ya sean educativas, socioculturales, artísticas y deportivas que no supongan obligaciones jurídicas por la firma de un contrato.

Si la demanda del uso social de las instalaciones educativas procede del propio consejo escolar, de la asociación de padres y madres, o de los alumnos, será la dirección del centro quien decida al respecto. En el caso de que la petición provenga de particulares o de cualquier otra entidad que no dependa de la Conselleria de Educación, la decisión recaerá en la propia administración educativa.

Y los que finalmente sean autorizados por Educación para usar los institutos «tendrán que contratar en todos los casos una póliza de seguros que dé cobertura, sobre su responsabilidad civil y la del personal a su servicio, derivada del uso del recinto y de la actividad, por los daños y perjuicios que se puedan ocasionar durante al realización de la actividad.

Por último los institutos podrán llegar a acuerdos con redes de voluntariado para ampliar la oferta de actividades educativas a su alumnado sin coste añadido.

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