Tener hijos aumenta las posibilidades de caer en la exclusión social en la Comunitat Valenciana. El 23 % de las familias con menores a su cargo, casi una de cada cuatro están en esta situación, frente al 17 % de aquellas sin menores. Este problema se agrava en el caso de las familias monoparentales y numerosas, donde los porcentajes se elevan al 33 % y 41 por ciento, respectivamente.

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden la publicación «Vulneración de derechos: Infancia», publicada por Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), en la que la organización vinculada a Cáritas denuncia que el 27 % de los menores de la Comunitat se encuentran en situación de exclusión social, y un 16% de ellos en exclusión social severa. Por ello, la fundación alerta de que «una cuarta parte de nuestra infancia está desarrollándose en un limitante contexto de carencia o necesidad».

Otra de las conclusiones que se extrae del informe es el hecho de que todos los porcentajes que se registran en la Comunitat Valenciana son superiores a la media nacional. En nuestro país, el porcentaje de familias con menores en exclusión sube hasta el 21%, mientras que el porcentaje de hogares monoparentales y familias numerosas en exclusión marcan el 28 % y 33 %, respectivamente.

El entorno físico o el nivel de estudios se destacan como aspectos determinantes que influyen de forma decisiva en la exclusión social. Así, el 28 % de los niños (también uno de cada cuatro) crecen en viviendas inadecuadas o inseguras, que pueden presentar carencia de suministros, deficiencias en la infraestructura o incluso hacinamiento o inexistencia de contrato. Por otro lado, el nivel de estudios es uno de los botes salvavidas para las familias, ya que las probabilidades de caer en la exclusión social son tres veces menores para aquellas personas con estudios universitarios. A pesar de esto, el informe advierte de que el 22 % de las familias (el porcentaje más alto de toda España) tiene dificultades para hacer frente a los gastos escolares.

A la hora de sentarse a la mesa o ver la televisión, la situación tampoco mejora. El 17 % de los hogares con menores no puede llevar una dieta adecuada, frente al 9 % de los hogares sin hijos, mientras que el 20 % de los hogares con niños a su cargo han recibido avisos de corte de suministros. En estos dos indicadores la Comunitat es la primera y segunda región de toda España. Somos la tercera si hablamos de la dificultad de los hogares con menores para llegar a fin de mes, donde las cifras se disparan hasta el 35 por ciento.

El motivo es, según el informe, el alto coste de la crianza, ya que según Save the Children el coste de tener hijos oscila entre los 480 y 700 euros al mes dependiendo del tramo de edad y la comunidad autónoma. Esta situación entronca directamente con la acumulación de deudas que las familias no podrán solventar en el próximo año, que en la Comunitat llega al 11 % de los casos.

La pobreza se cronifica

Para Cáritas, la infancia vive una «realidad desalentadora», ya que la presencia de menores en el hogar «pone a prueba la capacidad de las familias para mantenerse en espacios de inclusión o integración». La ONG llama a «reflexionar acerca de la eficiencia de las políticas públicas en esta materia».

En su documento «La transmisión intergeneracional de la pobreza», la fundación ya puso de manifiesto las crecientes dificultades que tiene una generación que ha vivido su infancia en un hogar en situación de pobreza para cambiar esta dinámica y ascender en el estatus social. Es decir, que la pobreza, se hereda. Para ello la fundación apeló al «esfuerzo de todos» para evitar «un panorama desalentador para el futuro de nuestra sociedad».