El Airbus A321 de la compañía British Airways que el lunes tuvo que aterrizar de emergencia en Manises a las 18.43 de la tarde por un incendio declarado en uno de sus motores seguía ayer en las pistas del aeropuerto valenciano. No era, sin embargo, el único vestigio de un «incidente» como lo ha denominado la compañía que se quedó en un gran susto y con 19 heridos leves (los tres trasladados a varios hospitales fueron ayer dados de alta) pero que sí ha generado una gran oleada de indignación entre el pasaje por la «pésima» atención que, a su juicio, recibieron los 175 pasajeros del vuelo BA0422.

La compañía se pronunciaba ayer por la mañana de forma oficial sobre lo sucedido, unas diez horas después del incidente, aunque con pocos datos de qué pasó con el motor, circunstancias que se está investigando «en estrecha colaboración con la Comisión española de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil». La aerolínea sí hizo hincapié en la «seguridad» de la evacuación de los pasajeros que se hizo a pie de pista en Manises ya que esta era «nuestra principal prioridad», para la que habían contado con «nuestro equipo en terreno», los operarios de la contrata Ground Force destacados en el aeropuerto valenciano y, «otros miembros del equipo de British Airways han llegado a Valencia para atender a sus pasajeros».

El comunicado de la compañía fue recibido ayer, sin embargo, con redobladas críticas por parte de los afectados que lamentaban la «pésima» atención recibida en los primeros instantes sin nadie que organizara la atención en tierra y sin representantes de la aerolínea que, pese al comunicado, llegaron al aeropuerto cuando la mayoría del pasaje se había ido, según los testimonios recabados por este diario. «Desde luego hasta las 22 horas, nadie de British Airways se presentó. Era la Guardia Civil y la gente de la contrata y de AENA los que iban solventando la papeleta e incluso la traducción a los pasajeros la iba haciendo una chica pelirroja que viajaba con nosotros. En la cola que hicimos hasta pasadas las doce para gestionar los equipajes tampoco se les vio», comentaban Eva y Marga, dos de las afectadas.

Vuelo de vuelta 19 horas después

Las críticas por la mala atención, sobre todo por la carencia de información oficial, se repetían ayer entre el pasaje del vuelo BA0445, que tenía que haber volado de València al aeropuerto londinense de Heathrow con el avión siniestrado el lunes a las 19.30 horas, apenas 45 minutos después del aterrizaje de emergencia.

La compañía fletó un nuevo avión 19 horas después que salió ayer de Manises a las 14 horas, tras tener a los pasajeros en vilo durante buena parte de la tarde y de la noche ya que en las primeras horas la información sobre la cancelación de este vuelo era confusa «y nadie salió a informar, nos íbamos enterando poco a poco de qué estaba pasando y qué hacer para recuperar las maletas. No fue hasta las 21.40 que recibimos un correo oficial en el que confirmaban la cancelación», explicaban ayer Rubén y Nuria, dos valencianos que viven en Londres y que viajaban de vuelta tras pasar unos días con la familia.

«Es comprensible que pasen cosas así pero el problema fue la desinformación, no había nadie ni de la compañía ni de la contrata. Seguimos confiando en British Airways pero reclamaremos, la gestión en el aeropuerto ha dejado mucho que desear», apuntaron.

Ellos tuvieron menos problemas al ser «locales» pero la gran mayoría del pasaje eran ingleses de vuelta de sus vacaciones que tuvieron que hacer horas de cola para recuperar las maletas ya facturadas y conseguir alojamiento, en hoteles como el NH La Artes, donde fueron derivados, entre otros. Es el caso de Michael, Danielle y el pequeño Cassius, de 5 años, que volvían de sus primeras vacaciones en familia en Dénia.

«El vuelo desapareció incluso de las pantallas pero sin poner que estaba cancelado. Tuvimos que hacer como cuatro horas en dos colas distintas para recuperar las maletas y que nos organizaran la noche de hotel. Salimos del aeropuerto sobre la una de la madrugada», explican. «Mandaremos una queja porque entendemos que se den estas situaciones pero la comunicación ha sido muy mala», aseguran.