La reforma del modelo de financiación es uno de los ejes del discurso político en la Comunitat Valenciana. La insuficiencia de recursos tras años de infrafinanciación (independientemente del color político en Madrid) supone una marginación en toda regla para los valencianos. Esta semana se ha conocido la liquidación del modelo del ejercicio de 2017 que genera de nuevo un agujero a las arcas valencianas de mil millones.
La inestabilidad en Madrid
dificulta los avances
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, admitió sin ir más lejos el pasado lunes que la Comunitat Valenciana es la autonomía más afectada por la ausencia de Gobierno, lo que impide avanzar hacia la reforma del modelo de financiación o la aprobación de unos nuevos presupuestos. El escenario de repetición electoral es negativo para los intereses valencianos.
Los compromisos de Pedro
Sánchez en València
El presidente del Gobierno se comprometió a entregar a Compromís un documento en el que se recogerá la necesidad de la reforma de la financiación autonómica, con el pacto de que en un plazo máximo de ocho meses el Gobierno presente una propuesta a las comunidades autónomas; la exigencia de que se aligere la deuda de la Comunitat Valenciana; y el aumento de la aportación del Estado al sistema de dependencia, para que en cuatro años cumpla el 50 % que le corresponde, ya que actualmente la Generalitat Valenciana aporta el 88 %.
Presión desde las patronales del eje mediterráneo
Las patronales de la Comunitat Valenciana, Murcia, Andalucía y Baleares prevén reunirse el próximo mes de octubre en Alicante para exigir al Gobierno un nuevo modelo más «justo» con estas autonomías. La patronal valenciana ya secundó junto a sindicatos y sociedad civil la manifestación de noviembre de 2017 en València en defensa de un trato justo.