La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, aseguró ayer que el congreso provincial de València, donde funciona una gestora al frente del partido, no se convocará hasta que no se aclare la política nacional. Bonig emplazó a después del verano y sobre todo al rumbo que tome la política estatal (si hay elecciones o no) el futuro del cónclave provincial. Según dijo, el congreso regional se celebrará en su fecha, igual que el de Castelló y Alicante mientras el de la provincia de València lo decidirá la dirección regional de acuerdo con la nacional, aunque aseguró que este tema no se había tratado en la directiva de ayer.

En referencia a la situación política valenciana, Bonig aseguró que asiste con preocupación al deterioro de la gestión del Consell. Sostiene que la visita de Sánchez no ha servido para despejar ninguna de las exigencias que se le planteaban en su día Mariano Rajoy y desveló que el PP de Pablo Casado está dispuesto a reunirse en el Consejo de Política Fiscal Financiera (CPFF) con el Gobierno para hablar de la reforma de la financiación. También se mostró crítica con el Consell al asegurar que la autonomía que más camas ha cerrado este verano es la valenciana y recordó que Pedro Sánchez ha exigido a la Generalitat un recorte de 1.500 millones «por el elevado gasto de personal». También indició en la lista de dependientes sin cobrar, las de espera en Sanidad y las «broncas» en el Consell por la tasa turística.

Además, Bonig anunció que seguirá su ofensiva para que el presidente explique los detalles de los 1,3 millones «que se han perdonado a una empresa privada en la que tiene intereses». Mientras, el recién nombrado vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, que participó ayer en la reunión del consejo de dirección del PPCV junto a representantes de la dirección popular y de la gestora de la provincia de València situó a Vox como «socio natural» del PP. Terol culpó a Sánchez y Puig de la falta de modelo de financiación que dijo que no es un mal endémico de la Comunitat Valenciana sino que viene motivado por el despilfarro en la gestión de la izquierda.