La coordinadora de la Comisión de Prevención y Seguridad de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo (Fess) del Consejo Superior de Deportes, Jessica Pino, ha explicado a Levante-EMV que para reducir el número de fallecidos por ahogamientos en espacios acuáticos es esencial poner en marcha dos acciones. La primera de ellas pasa por realizar campañas de sensibilización y prevención básica desde el inicio de la etapa educativa. «Al igual que en los colegios enseñan matemáticas, música o inglés, es fundamental que las niñas y niños reciban formación en esta materia porque es fundamental».
Por otra parte, Pino también cree necesaria que destinar más inversión en materia de seguridad «especialmente en aquellas zonas de baño que presenten un riesgo más elevado pero también en aquellas que no sean tan peligrosas». En ocasiones, dice la coordinadora de la Fess, las personas acuden a una zona de baño porque la ven «bonita» o porque ven un cartel que reza «agua de calidad» pero no se paran a ver las características del lugar ni si están vigiladas o no.
Es aquí donde entran en juego los socorristas, ya que según el INA, el 77 % de las muertes por ahogamiento se han producido en un espacio que no ha estado vigilado. Desde la Fess apuntan que no hay un censo nacional que les permita saber cuántos profesionales del socorrismo están trabajando a día de hoy ya que eso depende de cada autonomía.
Por su parte, Cruz Roja València se suma a la petición de inversión que plantea las Fess y explica que la seguridad de las playas depende de cada ayuntamiento. No obstante, según los datos facilitados por la entidad, Cruz Roja está presente en 59 playas de toda la Comunitat Valenciana y cuenta con un dispositivo de más de 400 personas que velan por la seguridad de los bañistas.
