La polémica sobre la encuesta de usos lingüísticos que se realiza en los centros escolares de la Comunitat Valenciana sigue creciendo. Tras las declaraciones del pasado lunes del presidente nacional del PP, Pablo Casado, contra el Consell, al que acusó de «imitar» al presidente catalán, Quim Torra, al permitir que se vigile «la lengua que hablan los alumnos en el recreo o en el comedor», los populares vuelven a la carga y anuncian que interpelarán al Gobierno por los asesores lingüísticos escolares de la Generalitat Valenciana que «preguntan a los menores a través de formularios por el tipo de lengua que utilizan no solo en las aulas, sino también en su ámbito personal».

Sin embargo, según publicó ayer Levante-EMV, los cuestionarios que usaba el PPCV cuando gobernó ya interrogaban a los alumnos por la lengua que empleaban en sus relaciones con sus compañeros.

Pese a todo, el portavoz de Educación en el Senado, Pablo Ruz, anunció ayer que su grupo en el Congreso y en el Senado ha presentado una batería de iniciativas parlamentarias «porque este tipo de medidas emprendidas por el Consell del Botànic están encaminadas a romper la convivencia y a catalanizar la Comunitat».

El senador aseguró que el PP quiere saber «si Pedro Sánchez y su Gobierno apoya que la Generalitat Valenciana atente contra las señas de identidad de la Comunitat Valenciana», subrayaron los parlamentarios populares en el Congreso y el Senado. «Queremos saber si el Gobierno está al corriente o si van a tomar medidas para garantizar la libertad educativa en todos los colegios de la Comunitat Valenciana», añadieron. Desde el PP reiteraron que en estos formularios «preguntan a los menores de edad y se inmiscuyen en temas tan íntimos cómo la lengua que se utiliza en las fiestas de cumpleaños o en los hogares».

El senador popular advirtió de que estas actuaciones son «muy peligrosas» y que con ellas se «ha sobrepasado una línea roja» al inmiscuirse en los ámbitos privados». Acusó también al Consell integrado por PSPV, Compromís y Unides Podem de «imitar lo peor», al pretender emular un modelo educativo y de convivencia «que en Cataluña ha colapsado».

Sobre esta misma cuestión, la portavoz de Vox en las Corts Valencianes, Ana Vega, reiteró la propuesta de su portavoz adjunta, Llanos Massó, -que pidió la dimisión de conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà-, ya que considera que «ha creado una policía lingüística, una Gestapo para investigar quién habla valenciano y quién español».

«Apoyamos la libertad de los padres para educar a sus hijos en el idioma que consideren. Lo que hace Marzà es más propio de un régimen estalinista y fascista que de uno democrático», sostuvo, al tiempo que aseguró que no van a «consentir» estas medidas y van a estar «enfrente de Marzà y de sus medidas de chiringuitos lingüísticos».