La financiación será el eje del discurso de la derecha durante este ejercicio político. Así quedó patente ayer tras las declaraciones del PPCV y de Cs, quienes exigieron contundencia al Consell para agilizar la reforma del sistema de financiación y el desbloqueo de la transferencia de 1.000 millones de euros que corresponde a los valencianos.

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, exigió a Ximo Puig que pida al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar la mejora del sistema y las entregas a cuenta. Bonig pidió que Puig lo reclame tal como hacía «al PP y a Mariano Rajoy».

Mientras, Cs presentó una declaración institucional en las Corts para rechazar la gestión de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, por el «bloqueo» de la transferencia de financiación de más de 1.000 millones de euros a la C. Valenciana para la que piden una solución «urgente y efectiva». Además, piden al conseller de Hacienda, Vicent Soler, «tome la iniciativa» y solicite una reunión con Montero.

Mientras, la presidenta popular también incidió ayer en los ajustes económicos que el Consell podría aplicar sobre sus cuentas. Insistió en que el Consell debe recortar «los privilegios del Botànic» y meter la tijera en los 330 «enchufados y asesores» y no en los servicios públicos.

En este sentido, los socialistas desmintieron a Bonig porque «miente» y busca crear «un escenario de terror que no existe», dijo el secretario de organización, José Muñoz. Recordó a los populares que fueron ellos los que junto «a Cs e independentistas» tumbaron «los mejores presupuestos de la historia para la C. Valenciana» que suponían el ingreso de 1.200 millones de euros más para los valencianos.

Muñoz garantizó que tanto Puig como el conseller Soler, «siempre han antepuesto los intereses valencianos a los de su partido y lo seguirán haciendo».