La consellera de Agricultura de la Comunitat Valenciana, Mireia Mollà, y el consejero de Agua de la Región de Murcia, Antonio Luengo, reclamaron ayer al Gobierno más inversiones hídricas que contribuyan a mejorar la eficiencia en el uso de este bien y a rebajar la tensión entre regiones.

En una reunión celebrada en València, ambos coincidieron en señalar como asuntos de interés común tanto la gestión del agua, como la negociación de la nueva PAC, la defensa del trasvase Tajo-Segura o la gestión de residuos, y afirmaron coincidir en sus puntos de vista y hoja de ruta. «El agua es un derecho humano, no tiene dueños ni fronteras», afirmó Mollà, quien propuso un plan de actuación en todas las vertientes dado el carácter global del agua, así como la aplicación de energías renovables en sectores estratégicos, como precisamente la gestión de los recursos hídricos para garantizar que «no se malgasta ni una gota de agua».

Parar los cítricos sudafricanos

La consellera repasó algunos otros de los temas de la reunión, como la gestión de residuos, en el que calificó el vertedero de la Muraga en Orihuela como «ejemplo de colaboración y buen hacer» entre administraciones, o las particularidades agrícolas comunes de ambos territorios en el marco de la nueva Política Agrícola Común (PAC).

Sobre esta materia concreta, Mollà reclamó al Gobierno que ejerza su papel de interlocutor ante la UE y reclame el cierre de las exportaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica ante el riesgo de contagio de plagas que ya se han detectado en muestreos y pueden ser «letales» para el sector.

Por su parte, el consejero murciano pidió al Gobierno que «no enfrente a comunidades autónomas» por el uso del agua y que «busque soluciones», así ofreció al ministerio la «experiencia» de ambas regiones en la gestión y reutilización del agua.

En este sentido, consideró necesario trabajar para rebajar el coste del agua, porque «Murcia necesita agua a precios competitivos» y abogó por utilizar energías renovables.