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Infraestructuras

La quiebra de la consultora deja en el limbo la ampliación del bypass

El concurso de acreedores de Ginprosa y la inacabada redacción del proyecto bloquean la ejecución

La quiebra de la consultora deja en el limbo la ampliación del bypass

El proyecto de la ampliación del segundo bypass se ha quedado en una especie de limbo jurídico y administrativo debido a las dificultades económicas de la consultora adjudicataria de la redacción del proyecto, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los hechos. Ginprosa Ingeniería SL se declaró en concurso voluntario de acreedores el pasado 8 de abril. La empresa dedicada a los servicios técnicos de arquitectura, ingeniería, ensayos y análisis técnicos con sede en Las Rozas ha sido la que ha redactado el proyecto «Mejoras funcionales, de seguridad vial y medidas de integración urbana de la autovía A-7», bajo la dirección del ingeniero de caminos de la Demarcación de Carreteras de la Comunitat Valenciana, Vicente Ferrer. Se trata de un proyecto en el que la consultora Ginprosa trabaja desde hace diez años y que ha superado numerosas vicisitudes, contratiempos, cambios, alegaciones y retrasos durante la última década.

La declaración del concurso de acreedores de Ginprosa Ingeniería SL ha supuesto que el proyecto constructivo de los tres tramos en los que se dividió la ampliación del bypass quede en manos del Juzgado de lo mercantil número 5 de Madrid, según explican fuentes conocedoras de los hechos. Otras, sin embargo, señalan que el problema reside en que el proyecto de construcción, previo a licitar las obras, no está finalizado, por lo que debería acabarse para poder continuar con la tramitación de la actuación en el segundo bypass.

Al tener conocimiento de esta situación de impasse la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana (CCCV) ha dirigido un escrito al secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento en el que sugiere dos posibles soluciones. Según explica el gerente de la CCCV a Levante-EMV, una posible opción seria «rescatar de la masa concursal el primer proyecto que interviene en el tramo norte, los 10,62 kilómetros desde la CV-32 (la carretera de Rafelbunyol a Museros) hasta el cruce con la CV-35 (la carretera a Llíria)». Una posibilidad que obligaría a «pagar la liquidación del proyecto de ingeniería al administrador concursal» y para la que habría que contar «con los buenos oficios de la Abogacía del Estado del Ministerio de Fomento».

Otra alternativa sugerida por la Cámara de Contratistas, aunque más lenta, supondría que Ginprosa subrogara a otra ingeniería la finalización del proyecto de construcción. «Es apenas un trabajo exiguo, que no superaría un par de semanas y que se limita a la redacción del proyecto y su entrega formal al Ministerio de Fomento para que pueda continuar con la licitación».

Este último contratiempo en la tramitación de las obras del segundo bypass preocupa y ocupa en el área de carreteras de competencia estatal. Y supone, junto a los preparativos para el fin del peaje en la AP-7 el próximo 31 de diciembre, la prioridad máxima para los responsables de las carreteras dependientes del Ministerio de Fomento.

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