La crisis económica frenó la llegada de personas a la Comunitat Valenciana y aceleró la salida. El equilibrio demográfico se complicó entre 2014 y 2016 con un saldo migratorio negativo que reflejaba a unos extranjeros que regresaban a sus países de origen, unos nacionales que buscaban trabajo fuera de su autonomía y una fuga de cerebros que obligaba a los jóvenes a marcharse de su tierra en busca de una oportunidad de futuro.

Pero la tendencia ha cambiado. Al menos eso reflejan los últimos datos publicados por el Instituto Valenciano de Estadística que cifran en 46.750 el saldo positivo migratorio en 2018. Además, esta diferencia entre las personas que llegan y las que se van es el doble que el año anterior ya que en 2017 la Comunitat Valenciana registró un saldo migratorio positivo de 24.137 personas, una cifra alejada del mayor saldo migratorio negativo que se registró en 2014 con 19.456 personas.

Las tres provincias reflejan un saldo migratorio positivo aunque el estudio destaca que Alicante «es la provincia que tiene un saldo mayor de 24.760 personas». Por municipios, los que registaron un mayor saldo migratorio durante 2018 fueron Alicante (4.712), Benidorm (4.039) y Xàbia (2.132) y los de menor saldo fueron Alboraia (-583), el Poble Nou de Benitatxell (-370) y Algorfa (-307).

El saldo migratorio positivo de 2018 responde a la diferencia entre los 278.841 migrantes que llegaron a la Comunitat Valenciana y los 232.091 que se fueron. Del total de movimientos, 129.789 personas se trasladaron a vivir a otras localidades de la Comunitat Valenciana; 49.417 llegaron desde otras autonomías -en su mayoría población de nacionalidad española (67,41%) y llegados principalmente de Madrid (9.089) y Cataluña (8.186)-; y 99.644 lo hicieron desde el extranjero.

Respecto a la salidas (emigraciones), destacan los 44.729 valencianos que se desplazaron a otras regiones -principalmente a Madrid (8.195) y Cataluña (7.765)- y los 57.582 que abanonaron la Comunitat Valenciana para vivir en el extranjero.

«Las emigraciones de población española con destino fuera de la Comunitat Valenciana tienen principalmente como destino el resto de España (79,53 %) y afectan más a población joven, pues el 43,96 % son emigraciones de población entre 20 y 39 años. De entre las migraciones de nacionalidad española al extranjero (7.934), más de la mitad (58,27 %) se dirigen a Europa y en concreto el 51,54% se dirige a países de la Unión Europea, siendo los principales destinos el Reino Unido, Francia y Alemania», destaca el informe.

Alicante, destino preferente

La inmigración procedente del extranjero, por su parte, ha experimentado un aumento del 23,48 % respecto al año anterior al pasar de 80.698 extranjeros en 2017 a los 99.644 de 2018. Sin embargo, esta inmigración afecta de manera diferente a las tres provincias.

Así, la provincia de Alicante es la que recibe un mayor contingente de inmigraciones procedentes del extranjero (48.431) de las cuales 16.548 proceden de la Unión Europea, seguida de Valencia (42.610), donde una parte considerable también procede de la Unión Europea (9.305). La inmigración procedente del extranjero está protagonizada en su inmensa mayoría (91,39%) por población de nacionalidad no española.

De la población extranjera que en el año 2018 estableció su residencia en la Comunitat Valenciana (107.164), los más numerosos son los marroquíes. Las mayores salidas (63.542 personas) las ha protagonizado la población rumana (11.061).