«La Generalitat no es viable sin liberar la mochila de la deuda». La reflexión a Levante-EMV de Rafael Beneyto, actual director general de Tributos y del Juego y comisionado de la Generalitat ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera durante la pasada legislatura, tiene fundamento con solo mirar las últimas cifras del Banco de España. Lejos de soltar lastre, el Consell vuelve a disparar la deuda acumulada hasta situarse a 30 de junio de este año en 47.894 millones, la cifra más alta de la historia tras aumentar 974 millones en tan sólo tres meses. La subida deja en espejismo la contención lograda al inicio de 2019.

Así, según los datos dados a conocer ayer por el supervisor del sistema bancario, el año comenzó con una deuda de 46.920 millones, por debajo de los 47.082 con los que acabó 2019. Sin embargo,en un contexto de alta dependencia de los fondos del Estado por la infrafinanciación autonómica y las dificultades para cumplir los objetivos de déficit, reducir la deuda es prácticamente una utopía.

El problema es que lograr la contención también se antoja inviable máxime en la actual situación de falta de liquidez para poder atender los pagos. La Conselleria de Hacienda reveló ayer que la necesidad de atender el pago a proveedores les llevó a la contratación de nuevos préstamos a corto plazo, así como a ampliar créditos de otros instrumentos de pago como las polizas y el confirming.

Bajará al final del ejercicio

El resultado, apuntan, es que el grueso del incremento de la deuda (707 millones) se deben a estos préstamos a corto plazo que, según indican, fueron cancelados en julio cuando se recibieron los ingresos correspondientes a la liquidación del sistema. Según esta explicación, el aumento cuando acabe el ejercicio será inferior ya que no computará a efectos de deuda acumulada.

Con todo, el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) que será inyectado a la Generalitat una vez aprobados los recortes (250 millones) aumentará de nuevo la deuda. En su comunicado de prensa, la Conselleria de Hacienda explicó que, además de estas operaciones a corto plazo, también se incluyen en el incremento de la deuda de la Comunitat Valenciana durante el primer semestre del año 104 millones recibidos del FLA 2019.

En todo caso, con el último informe del Banco de España en la mano, cada valenciana y valenciano debería pagar 9.577 euros para saldar una deuda, la segunda más abultada de España por detrás de Cataluña, que supone ya el 42,2 % del PIB. Dicho de otro modo, casi la mitad de la riqueza creada en la Comunitat es deuda.

La ratio deuda/PIB es el peor de todas las comunidades. Ni siquiera Cataluña con su hipoteca de 79.243 millones está tan condicionada ya que representa el 33 % de su PIB. De hecho, la hipoteca valenciana es prácticamente el doble que como media tiene el resto de las comunidades y que se sitúa en el 23 % del PIB. Hacienda se agarró ayer al argumento de que este porcentaje no ha variado respecto al inicio del ejercicio, si bien ha aumentado desde que el Botànic accedió a la Generalitat. En 2015, la ratio deuda/PIB se situaba en 41,8. Por su parte, la deuda en términos absolutos ascendía a 42 000 millones, lo que implica un aumento en estos años de más de 5.000 millones.

Críticas del PP

El portavoz de Economía del Grupo Popular en las Corts, Rubén Ibáñez, responsabilizó ayer a la izquierda de estas cifras y subrayó que «cada trimestre desde que gobierna Ximo Puig la deuda de la Comunitat Valenciana aumenta 444 millones de euros».

El diputado popular se refirió también al recorte por valor d 365 millones de euros que el Consell ha tenido que ejecutar en el gasto de 2019 para poder liberar el FLA. Ibáñez insistió en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, debe comparecer ante las Corts para explicar el plan de ajuste enviado al ministerio.