Cualquiera que se acerque al mundo de las investigaciones sobre envejecimiento puede pensar fácilmente que los científicos están buscando la fuente de la eterna juventud, alargar la vida ilimitadamente. Más bien al contrario, los esfuerzos de la comunidad científica van hacia conseguir que envejezamos mejor, aunque vivamos el mismo tiempo. Para combatir este y otros mitos, el Longevity World Forum -que se celebra hasta hoy en València- reservó ayer espacio para refrendar verdades y derrocar mitos en estos tiempos de «postverdad y fake news», como recordó el profesor José Viña, catedrático de Fisiología de la UV y responsable del Grupo de investigación Freshage.

Podremos vivir hasta los 150 años / mito

Hoy en día es un mito, al menos con los paradigmas científicos que existen aunque «creo que no pasará en nuestra vida», según Rafael de Cabo, jefe de la División de Gerontología Traslacional del Instituto Nacional del Envejecimiento en Baltimore (EE UU)

Hacer ejercicio y cuidar nuestra dieta nos hará envejecer mejor / verdad

Así lo expuso Manuel Collado, jefe del Laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento de Santiago de Compostela, aunque con peros. «Todos sabemos que hacer ejercicio y cuidar la dieta son cosas para envejecer mejor y vivir más, pero no sabemos lo básico sobre qué debemos hacer y cómo», cuestiones que ahora se están estudiando.

Los genes marcan nuestra caducidad y no hay nada que hacer / mito

Para Collado, hay «mucho mito en torno a los genes». Es verdad que la genética «marca la longevidad sobre todo en longevidades extremas porque esas personas deben tener los genes clave», pero cada día más se ve la importancia de los «daños en esos genes» y que la carga hereditaria «puede no ser tan relevante para marcar» la esperanza de vida.

Habrá terapias genéticas para ayudarnos a vivir más / mito

Rafael de Cabo abrió otra puerta a los mitos sobre la genética. «Estamos muy lejos de diseñar intervenciones directas en los genes para mejorar nuestra salud», frase que corroboró el jefe del laboratorio de Células Madre de Santiago, Manuel Collado. «Es un sendero pero es muy complicado. El impacto que podemos tener con ejercicio y una mejor nutrición es más realista que una terapia genética. El estudio de los genes nos puede dar pistas sobre actuación pero no para desarrollar intervenciones concretas en genes».

Aumentar la esperanza de vida será una carga económica | verdad / mito

?El doctor y catedrático del programa Icrea del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona, Manuel Serrano, escogió una sentencia «controvertida». Para él, era un mito que la longevidad «sea económicamente cara para la sociedad. Tenemos que enfrentar la idea de que vivir más no significa que vas a ser una carga porque todavía se es productivo». Según explicó, los gastos en salud no varían aunque se viva más y se intensifican durante los seis meses previos a la muerte, «te mueras a los 60, a los 90 o a los 100». Sobre la jubilación y las prestaciones económicas, Serrano recordó que no todo el mundo quiere retirarse a los 65 años: «No tendría que ser obligatorio». Eso sí, Serrano reconoció que sí es «un reto para el planeta» por el coste medioambiental que tiene «aunque también retrasamos la paternidad, la incidencia directa en aumento de población no es tanta».

Un fármaco para vivir más y hacerlo en buenas condiciones / mito

«Las drogas no son mágicas y no prolongarán la vida en condiciones óptimas. Probablemente no pasará nunca», apuntó Carlos F. Sánchez-Ferrer, catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid.

Hay que empezar a cuidarse cuando empiezan los problemas / mito

Para el catedrático de Farmacología de la Autónoma, Carlos F. Sánchez, es algo muy extendido y completamente errado. «Tenemos que ser conscientes de lo que hacemos cuando tenemos 20 o 30 años porque las enfermedades comienzan mucho antes de que empiece la sintomatología», recordó.

En España vivimos más porque comemos bien | verdad / mito

Aunque es verdad, para la doctora en Biología del ICREA y Premio Jaime I, Pura Muñoz no era una condición única. «En 2050 seremos el país con la esperanza de vida más amplia y no solo porque comamos bien sino porque tenemos también acceso a un buen sistema de salud, a otro bueno de educación... Es una combinación de factores sociales los que contribuyen a tener un envejecimiento saludable. De hecho, puso sobre la mesa el estudio que revelaba que en el área metropolitana de Barcelona había diferencias de hasta 8 años de esperanza de vida según barrios más ricos y los más pobres, diferencias que se han demostrado más acusadas en estudios similares realizados en Estados Unidos.

«Lo mejor para vivir 10 años más en Baltimore es sacarse un doctorado», bromeó Rafael de Cabo haciendo referencia a esos estudios. «Hay muchos factores que afectan. Esas personas tienen acceso a mejores noticias, a mejor comida, educación, a mejores clínicas y la disparidad en cuanto al envejecimiento se ensancha con las capas más bajas», aseguró apuntando a que la salud en igualdad era un problema «que vamos a ver: mayores efectos negativos en escalas más pobres».