? En 2015, año en el que se contabilizó por primera vez, se detectaron 19 menores encerrados en CIE. Aumentaron a 51 en 2016, 48 en 2017 y este último año fueron 88 los menores puestos en libertad tras acreditar su minoría de edad, según el Defensor del Pueblo.

La tendencia, claramente al alza, tiene que ver con el endurecimiento del criterio de la fiscalía, según señala Adrián Vives, portavoz de la campaña CIEs NO. «Nos encontramos todos los meses con chavales que afirman tener menos de 18 años, pero tenemos muchas dificultades para denunciarlo porque la fiscalía ha endurecido los criterios», añade.

A esto hay que añadir un trabajo contrarreloj. Los menores pueden ser internados en el CIE sin pruebas médicas o a la espera de ellas, tiempo en el que pueden verse deportados a su país de origen.