El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha acusado al bloque de derechas de "llamar a la gente a la confrontación" y de querer "interrumpir la convivencia". El jefe del Consell se ha manifestado así en unas declaraciones ofrecidas en À Punt para valorar el transcurso del debate de investidura, en el que el candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, no ha conseguido los votos suficientes como para ser proclamado en la primera vuelta.

"Es muy lamentable el estado de crispación en el que quieren convertir a España", ha manifestado Puig, en alusión a los "gritos, ruidos e insultos" vividos en el Congreso. A juicio del presidente, las derechas "no admiten su grave irresponsabilidad de no ayudar en la gobernanza". "Los españoles se manifiestaron en que el PSOE debía gobernar y había que facilitar de alguna manera salir de este atasco", ha señalado el secretario general del PSPV. "Han pasado de la ultraderecha a la ultrairresponsabilidad. Quieren tapar con insultos y amenazas la realidad de que tiene que haber un gobierno que salga adelante", ha agregado Puig, para quien "no es posible intentar que España no tenga gobierno y esté permanentemente bloqueada".

En clave valenciana, el jefe del Consell se ha mostrado satisfecho de que Sánchez haya "planteado la agenda valenciana como paradigma de derechos sociales y de la posibilidad de gobernar desde distintas miradas". "Hemos pasado de ser paradigma de corrupción a paradigma de políticas sociales y de progreso", ha remachado Puig.

El presidente ha asegurado también tras el debate que "la derecha ideológica la lidera la ultraderecha" y ha advertido de que esta circunstancia es "muy mala para la convivencia". "Me gustaría que el PP volviera a ideas moderadas, porque en estos momentos son profundamente radicales y rencorosas. Están llamando a la gente a la confrontación y espero que los españoles no sigan ese camino. En la calle no existe esa crispación", ha concluido su intervención Puig.