Los padres de los estudiantes menores de 18 años pueden decidir si acuden o no a clases de valenciano, una práctica que algunos profesores comparan con la exención parental que se aplica en las aulas de Murcia. «Es un pin parental. Los padres hablan de derechos sobre la educación de sus hijos, pero ¿qué hay de los derechos del alumno a conocer una lengua cooficial?», opina M.ª Àngels Soler, profesora de valenciano en la EOI de Torrevieja. La ley de enseñanza plurilingüe establece que, al acabar las enseñanzas obligatorias, los alumnos deben haber adquirido, como mínimo, el nivel de valenciano y castellano equivalente al B1 y al A1 de la primera lengua extranjera; así como el B2 y el A2, respectivamente, tras el Bachillerato.