Curtido en otras crisis epidémicas como la gripe A (H1N1), el SARS e incluso el ébola, el Ministerio de Sanidad ha establecido un protocolo para controlar a todos los pacientes sospechosos de estar contagiados por el coronavirus SARS-CoV-2 desde el momento que entran por la puerta de Urgencias hasta que las pruebas marcan si hay efectivamente o no un contagio.

A las puertas de Urgencias

Con la expansión del virus fuera de la China continental y el brote en la vecina Italia, el ministerio ha actualizado los criterios para que se considere a una persona siquiera «sospechosa» de ser un posible caso. Ahora, a todo aquel que haya viajado en las dos últimas semanas a China, Corea, Japón, Singapur o el norte de Italia y tenga síntomas, aunque leves, ya se les considera un posible caso.

En ese momento, el protocolo marca que se le ponga una mascarilla quirúrgica (las habituales verdes) y que se le lleve a una zona de aislamiento. Quien lo traslade llevará también este tipo de mascarilla y guantes y se evitará mover al paciente demasiado por el hospital, manteniendo siempre una distancia «ideal» de 2 metros con otros pacientes. Hay que recordar que el contagio principal es por gotas (las que se expulsa al hablar, toser o estornudar) y estas no llegan más allá de esta distancia.

Equipo de protección individual

El nivel de seguridad aumenta una vez se considera, tras hacer la encuesta epidemiológica, que el paciente puede ser un posible caso y debe ser investigado como tal. Ahí, y ya en aislamiento (los hospitales están reservando áreas en Urgencias y habitaciones concretas en planta), el personal que les atiende por los síntomas que puedan tener y para tomarles las correspondientes muestras (exudado nasofaríngeo o esputo) ya deben llevar un equipo de protección individual para prevenir una infección por gotas y contacto que incluye una bata resistente a líquidos, guantes y protección ocular antisalpicadura además de una mascarilla de nivel FFP2 (que filtra un 95 % de partículas).

Según el protocolo, el equipo se lo tienen que poner todos los que entren a la habitación (sanitarios, personal de limpieza, familiares...). Por ahora, todos los casos confirmados deberían estar ingresados pero el ministerio ya prevé, teniendo en cuenta que en el 80 % de casos los síntomas son leves, que los pacientes puedan pasar el aislamiento en casa si es posible y tienen un baño propio y la familia es capaz de aplicar de forma correcta las medidas de higiene y prevención.

Mayores precauciones

El mayor nivel preventivo se aplica solo en los casos en que los pacientes están graves y, al estar por ejemplo intubados o necesitar ventilación manual, pueden generar «aerosoles», es decir, una dispersión mayor de gotas potencialmente contagiosas. En estos casos, se reduce al mínimo las personas que pueden entrar en la habitación y, al hacerlo, deben llevar un equipo algo más completo: la bata impermeable es de manga larga, protector facial completo, guantes y una mascarilla FFP3, que filtra un porcentaje más elevado de partículas. En estos casos, además, el aislamiento debería ser en habitaciones de presión negativa que no hay en todos los hospitales valencianos. Con todo, los especialistas advierten que, incluso en este nivel, el equipo de protección «no tiene nada que ver» con el del ébola, mucho más contagioso y letal que el coronavirus.

Protección y desinfección

Si uno de esos casos tuviera que ser trasladado, debería hacerse en una ambulancia en la que el conductor esté físicamente separado por cabina del paciente y además el personal deberá llevar el equipo básico de protección. La ambulancia se tendría que desinfectar después al igual que las superficies que han estado en contacto con el paciente en el centro hospitalario. Desinfectantes habituales como la lejía sirven.

Según síntomas y resultados

El protocolo marca que los casos confirmados deben estar aislados (en hospital o casa según su gravedad) hasta que ya no tengan síntomas y los resultados en laboratorio sean negativos.