Menos de 24 horas duró el perfil institucional que la presidenta de los populares, Isabel Bonig, anunció el miércoles por la mañana tras reunirse junto a los otros cinco portavoces parlamentarios con el jefe del Consell, Ximo Puig; la consellera de Sanidad, Ana Barceló, y varios técnicos sanitarios. La lideresa del PP aseguró que su partido abordaría la crisis sanitaria con lealtad al Consell y que ya habría tiempo de exigir explicaciones en las Corts.

Pero ayer, en el pleno, Bonig usó la crisis sanitaria del coronavirus como arma para atacar y acusó al Gobierno valenciano de mentir en relación con el coronavirus. Ningún otro partido utilizó la crisis sanitaria como arma política. Puig respondió que llegó a pensar que el PP actuaría con sentido de Estado en esta cuestión y le acusó de alinearse con Salvini y Le Pen, los políticos más radicales de Europa. Puig señaló que era el día de explicar los riesgos del coronavirus dentro de una posición serena y contundente ante una situación «preocupante».

Destacó que en España todas las instituciones están actuando en una misma dirección bajo la coordinación del ministerio y añadió que el único territorio de España donde la oposición ha usado la crisis sanitaria para atacar al gobierno ha sido en la Comunitat Valenciana, algo que, según dijo, no había hecho ni el líder del PP, Pablo Casado.

El jefe del Consell remarcó que todas las personas contagiadas tienen relación con zonas de riesgo y esa trazabilidad está reconocida y destacó la unidad de acción de las instituciones. Puig es también el único presidente autonómico que se ha reunido con los portavoces parlamentarios.

El PP pide los protocolos del Arnau

Más duro fue su portavoz de Sanidad, José Juan Zaplana, que acusó al Consell de infundir el virus del miedo. Pidió conocer los protocolos aplicados en el Arnau tras el fallecimiento de un valenciano con coronavirus y llamó a dimitir a los gestores sanitarios que se sientan desbordados. Lanzó que el Consell está desorientado con el coronavirus y que el eficiente sistema de salud valenciano lo creó el PP. Zaplana reprochó que el Consell reuniera en Orihuela y Elx a 300 sanitarios en la misma sala para hablar de coronavirus cuando se les prohíbe ir a congresos y dijo no entender porqué se cierra la Fonteta o Mestalla y no las corridas de toros o los conciertos.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, acusó de irresponsable a Zaplana y aplaudió que el líder de Ciudadanos, Toni Cantó, dijera que en este caso estará al lado del Consell. Barceló añadió que el PP faltaba a la verdad y le exigió responsabilidad. «Usted no tiene la confianza del PP», le remató Zaplana que pidió conocer qué ha ocurrido con los 400 ordenadores que han aparecido en la conselleria sin licitación.

Mientras, en la sesión de control, Bonig aseguró que el Consell sufre una hemorragia con dos partidos, el PSPV y Compromís, intentando tapar los problemas en la gestión de sus líderes y un partido, Podemos, que actúa como muleta y que ya es casta.

Cantó pide menos impuestos

El líder de Ciudadanos, Toni Cantó, puso el foco en los datos de empleo y aseguró que el paro ha descendido en comunidades como Madrid o Andalucía, esta última con Ciudadanos ya un año en el gobierno, algo que vinculó a la bajada de impuestos que su partido ha avalado. «Nosotros, a los que ustedes llaman fachas y neoliberales demostramos que somo mejores creando empleo», añadió Toni Cantó.

En la misma sesión y a una pregunta del líder de Compromís, Fran Ferri, en relación al juicio sobre la visita del Papa Benedicto XVI a València en 2006 que arranca la semana que viene en la Audiencia Nacional,Puig confirmó lo que ya publicó este diario, que solo se aceptarían pactos con los acusados que conllevaran devolución del dinero.