Los pacientes de fibrosis quística (una enfermedad crónica y hereditaria que afecta a los pulmones) son el arquetipo de grupo de riesgo frente al coronavirus. Por eso están «muy pendientes de todo lo que sucede», según señala Pedro Pérez, presidente de la asociación de pacientes.

Desde hace semanas están alertando de la desaparición de productos de higiene básica como mascarillas o gel desinfectante del mercado. Las pocas que quedan se venden a precio de oro. «Antes una caja de cincuenta mascarillas costaba unos tres euros, la semana pasada vi que llegaban ya a cincuenta euros o incluso más. Eso si están, porque en la mayoría de sitios no te dan o te las traen para abril» denuncia Pérez. Mascarillas y gel son dos productos de primera necesidad en la vida cotidiana de las personas con esta enfermedad, de cara a evitar contagios y poder desplazarse a hospitales o lugares con gran afluencia de gente con total normalidad.

El Ministerio de Sanidad ya ha señalado en reiteradas ocasiones que la utilización de mascarillas no es una medida efectiva para la población general de cara a prevenir el contagio. Además, debido a la propagación de la epidemia, la Federación de Asociaciones de pacientes con Fibrosis Quística ha anunciado que dejará de prestar su programa de fisioterapia respiratoria a domicilio, ya que no puede descartar un posible contagio. La fisioterapia respiratoria es un pilar fundamental para tratar la enfermedad y sirve como revisión de la capacidad pulmonar y el estado del aparato respiratorio de los pacientes.

Pese a todo, desde la asociación de pacientes afirman que lo mejor es seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y en el caso de tener visitas en un centro médico, aplazarlas para más adelante.