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València, aislada por aire

Aena cierra dos de las tres terminales del aeropuerto de Manises ante una parada de la aviación comercial histórica - El aeródromo registra solo dos salidas y dos llegadas de Amsterdam y Londres en todo un día

El aeropuerto de Manises, ayer, completamente vacío. m. á. montesinos

«Sobrecogedor». Con una palabra resumía ayer un trabajador del aeropuerto la imagen de las terminales de Manises. Lo que hasta hace dos semanas era un hervidero, el primer impacto de una ciudad que resplandecía en medio de un boom turístico, con conexiones diarias con decenas de países, se ha convertido hoy en un aeropuerto fantasma, sin aviones, sin viajeros. De la frustrada marabunta fallera, a la desolación.

Es lo que ha ocurrido, en realidad, en todos los aeropuertos de medio mundo. Al endurecimiento de controles fronterizos decretado por el Gobierno en tierra se han sumado también las crecientes restricciones por mar y aire. Desde hace unos días, solo se permite acceder a españoles o residentes en España o en la UE que demuestren que están de camino a casa.

«Debido a la crisis sanitaria del COVID-19, no se permite viajar salvo por razones inaplazables», reza el mensaje que salta a cada clic en la web de Aena. En este contexto, la operativa no es que se haya hundido, es que ha desaparecido, con todas las flotas varadas en porcentajes cercanos al 100%. Solo operan en este momento vuelos de repatriación.

En el caso de Manises, por ejemplo, ayer solo hubo cuatro movimientos: la llegada de dos vuelos, uno desde Amsterdam (operado por KLM) y otro desde Londres Heathrow (British), con sus respectivas salidas. Nada más.

Según confirman fuentes de Aena, se han cerrado las salas de embarque de la terminal regional y la T1. Solo se mantiene operativa la T2, con cuatro puertas abiertas. Para las llegadas, se mantiene la T2 abierta y se deja un pasillo para llegar al metro y a las oficinas de equipajes extraviados.

Además, se han cerrado buena parte de los aparcamientos. La terminal de Aviación General opera a demanda. Aunque los vuelos comerciales se han reducido prácticamente a cero, sí se mantienen los vuelos de carga o ambulancia.

Como es lógico, esta parada mundial de toda la flota de aviación comercial está produciendo un impacto brutal en las aerolíneas, con expedientes de regulación temporal de empleo en todas las compañías: Iberia, Vueling, Air Europa, Ryanair, Air Nostrum, etc.

En este contexto, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha actualizado las cifras de impacto económico por esta crisis, y estima en 233.520 millones de euros el efecto sobre los ingresos por pasajeros ante las restricciones impuestas, una rebaja del 44% en la partida comparada con la de 2019. Esta estimación tiene en cuenta que las restricciones se extiendan por un periodo de tres meses y se produzca una recuperación económica gradual a finales de este año. «La industria de la aviación se enfrenta a su crisis más grave», señala el consejero delegado de IATA, Alexandre de Juniac. «Sin medidas inmediatas de alivio por parte de los gobiernos, no quedará una industria en pie», añade.

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