El decreto del Gobierno que fuerza un confinamiento más estricto de la población y pone la economía en hibernación con el parón de los sectores no esenciales ha levantado a los empresarios valencianos, que ayer se reunieron con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y los sindicatos.

En el encuentro, el presidente se mostró comprensivo con las demandas empresariales y pidió que el Gobierno aplique el decreto de forma razonable.

Entiende las peticiones de la patronal valenciana porque, como ya dijo el día anterior, en muchas ocasiones no es tan sencillo distinguir los sectores esenciales de los que no lo son. Incluso, se mostró crítico con el hecho de que el sábado se anunciara el parón y después se introdujera una moratoria de un día, por lo que llamó a la flexibilidad.

El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha planteado en las últimas horas tanto a Puig como a la delegada de Gobierno, Gloria Calero, la necesidad de una mayor flexibilidad porque empresas como las del transporte u otras no pueden parar de hoy para mañana.

Navarro aseguró ayer a Levante-EMV que las medidas del Gobierno se han adoptado de forma irreflexiva, sin anunciarlo a los representantes empresariales y con improvisación. En su opinión hubiera sido mejor anunciarlo jueves o viernes para que las empresas se hubieran preparado.

El dirigente empresarial lamenta también que en una decisión de tanto calado no se haya tenido en cuenta la peculiaridad de sectores productivos como el valenciano, con muchas pequeñas empresas y autónomos y muy distinto por ejemplo al de Madrid, donde prima el sector servicios.

«Nuestro tejido se parece más al vasco o al catalán, con clusters muy territorializados como el azulejo, el textil, el calzado o el juguete. Entiendo el estado de alarma, pero es difícil de explicar las medidas a empresas que tienen que atender pedidos y no van a poder». Incluso detecta el líder empresarial falta de sensibilidad y cierto tono despectivo por parte de ministras del Gobierno como la de Trabajo, Yolanda Díaz.

El empresariado defiende una moratoria fiscal, un aplazamiento de los impuestos que vencen en abril, y Navarro añade que de momento no hay colaboración de las entidades bancarias para ofrecer liquidez a las empresas. «Lo que viene es una situación de empobrecimiento general porque el consumo interno y la exportación han sido claves y eso ahora ya no existe», vaticina el líder de CEV.

Por su parte, el secretario general de UGT, Ismael Sáez, entiende que el Gobierno puede haber incurrido en precipitación como consecuencia de una gestión tan compleja de la crisis, pero defiende la necesidad de una mayor claridad y pide que si hay empresas que no quieren parar tienen que certificarlo a los trabajadores.

Arturo León, de Comisiones Obreras, también da respaldo a las medidas del Gobierno porque sostiene que la prioridad absoluta es el coronavirus y llama a la necesidad de clarificar correctamente los trabajos que son esenciales. Los representantes sindicales volverán a reunirse mañana miércoles con Puig para abordar nuevas medidas en favor de los trabajadores, según anuncian.

Donaciones y vuelos con material

Mientras, en las últimas horas, la Generalitat ha anunciado que la firma Inditex, propiedad del empresario Amancio Ortega, ha donado 12 respiradores y la Fundación del Valencia CF ha acordado ceder 50 apartamentos para el uso y descanso de sanitarios valencianos en el entorno de la Avinguda de las Corts Valencianes.

Además, el Consell espera para los próximos días la llegada de varios vuelos procedentes de China con más equipamiento sanitario después del que aterrizó en Zaragoza el pasado martes.