Un goteo constante de clientes sin llegar al caos. La población valenciana respondió ayer con responsabilidad y no se registraron incidentes a destacar durante la primera jornada en la que las farmacias repartían las mascarillas donadas por la Generalitat Valenciana.

No hubo ningún desabastecimiento generalizado y el suministro está garantizado. No obstante, algunas farmacias denunciaron que a media mañana se habían agotado las existencias al superarse la demanda que esperaban, según informó el Colegio de Farmacéuticos de València.

En total se repartirán 3,6 millones de mascarillas que irán destinadas al 1,2 millones de valencianos que se encuentran en alguno de los colectivos que se pretenden proteger con la iniciativa: personas mayores, enfermos crónicos y otros grupos de riesgo.

En concreto, desde ayer se están repartiendo tres mascarillas por cada persona en todas las farmacias de las tres provincias. Los beneficiarios las pueden recoger con la tarjeta SIP. También pueden enviar a familiares a recogerlas con la tarjeta sanitaria. Da igual cuándo vayan a por ellas porque las recetas no caducarán.

Las autoridades sanitarias han pedido a la población recoger sus mascarillas de forma escalonada para evitar salidas innecesarias, pues no son urgentes si se respeta el confinamiento y no salen de su domicilio. Al ser ayer festivo en la C. Valenciana por la celebración de Sant Vicent Ferrer solo estaban abiertas las de guardia.

Uno de los establecimientos que más mascarillas repartió ayer en València fue el que se encuentra en la calle Juan XXIII. Las colas se extendían a lo largo de más de 200 metros desde primera hora de la mañana. «Parece que regalan caramelos», bromeaba uno de los clientes mientras esperaba su turno. Lo que regalaban eran mascarillas quirúrgicas.

«Las estamos entregando desde las nueve de la mañana, muchas personas nos están llamando por teléfono para pedir información pero no podemos atenderles porque no damos abasto», explicaron desde la farmacia. A la una de la tarde de ayer ya habían repartido mascarillas a más de 200 clientes.

Esta escena se repitió en las farmacias de guardia del resto de barrios de la ciudad. En una de las boticas de la plaza de España la afluencia de clientes fue menor, pero atendieron más llamadas de las habituales en un día festivo solicitando información.

«El goteo de gente es constante desde primera hora de la mañana, pero podemos atender a todo el mundo. Lo que nos ha desbordado son las llamadas telefónicas pidiendo información para recogerlas», explicaban desde el establecimiento.

Muchos clientes aprovecharon la salida que tenían programada ayer para recoger sus tratamientos y llevarse las mascarillas a casa. Es el caso de Andrés, un vecino de 77 años del barrio de Patraix: «No sabía que repartían hoy las mascarillas y he aprovechado el viaje para llevármelas».

Las mascarillas que están repartiendo las farmacias son de tipo quirúrgicas y llevan incorporadas las instrucciones de uso. La receta figura en el SIP de cada paciente y no es necesario acudir a un centro médico para que las prescriban.