Durante estos días de confinamiento están aparecido mil y una maneras originales de practicar deporte en casa. Muchas de esas «locuras deportivas» se han contado en este mismo periódico: completar un maratón en la terraza, entrenar saques de tenis contra una sábana o valerse de todo tipo de artilugios y productos, desde garrafas de agua hasta rollos de papel higiénico.
En Ròtova hay un triatleta que ha ido más allá. Isidro Benavent, ante la falta de piscina en su casa, se ha instalado nada menos que un contenedor de obra en el garaje para practicar natación. Con ello el deportista, que pertenece al Club d'Atletisme Safor Teika, entrena sobre todo los brazos, ya que las piernas las puede ejercitar de otra manera, con una bicicleta de carrera enganchada al rodillo que tiene en la terraza.
Claro que él tiene una ventaja, y es que se dedica a transportar este tipo de contenedores en su empresa, Joaquín Lerma, una veterana compañía dedicada al reciclaje y a la recogida de residuos, como los de la construcción, con sede en la misma localidad.
Preocupado por no poder nadar mientras dure el estado de alarma y con un panorama bastante incierto por delante en cuanto a la reapertura de centros deportivos o reanudación de competiciones, Isidro, con el permiso de su jefe, «aparcó» en su cochera hace un par de semanas un contenedor, que tiene unos ocho metros cúbicos de capacidad, y lo llenó de agua.«Está limpio, porque es de los que servimos a los ayuntamientos que organizan 'cordaes d'aigua' en las fiestas patronales del verano», matiza. Aun así, le ha colocado un sistema de depuración y un tratamiento de cloro y antialgas.
Al principio, su mujer y sus dos hijos no daban crédito a la original iniciativa del deportista para poder mantener la actividad. «El pequeño alucinó», reconoce.
Y así, con los pies atados a un extremo, se hace unos largos unas dos veces por semana durante media hora. «Es un poco aburrido y el agua está fría, pero volver a nadar después de tanto tiempo es una sensación muy agradable», explica. No puede hacer grandes movimientos con los pies para no levantar oleaje que vertería el agua, pero tal y como están las cosas se da por satisfecho con este «invento» que le permite mantenerse en forma.
Objetivos truncados
Los deportistas que competían en pruebas, tanto populares como oficiales, han visto truncados sus objetivos con la crisis sanitaria. Los triatletas empezaban ahora los principales eventos de la temporada. Es el caso del Triatló Ciutat de Gandia, que estaba previsto celebrarse justo el domingo pasado. La organización está buscando otra fecha mejor.
Mientras llegue el día más esperado, la manera más habitual con la que están entrenándose ciclistas y triatletas son los simuladores, que permiten hacer deporte con la bicicleta conectada a un rodillo. Algunos son inteligentes y se puede competir contra usuarios de todo el mundo en tiempo real, como los videojuegos «on line», ya que el sistema permite «trasladar» a la bicicleta la altimetría y las características de la ruta elegida.
