No habrá moros y cristianos en Ontinyent. La decisión es contundente, aunque requiere todavía el trámite final del sí de las comparsas. Pese a que su celebración tiene lugar a finales de agosto y, por tanto, es una fecha bastante lejana aún para poder confiar en cierta mejora de la crisis sanitaria, desde Festers tienen claro que una cosa es el progresivo levantamiento de algunas medidas de confinamiento y otra, las grandes aglomeraciones de público de unos festejos como estos. Según los organizadores, no es de prever que en agosto ya exista un permiso claro de la superioridad para este tipo de actos de gran concurrencia.

La supresión —que no aplazamiento— ha llevado a decidir, acto seguido, que los moros y cristianos se celebrarán en 2021 y que para ese nueva edición se mantendrán todos los cargos de este año. La decisión se ha tomado por unanimidad de la junta de gobierno de la Societat de Festers del Santíssim Crist de l'Agonia de Ontinyent, en una sesión telemática. El acuerdo de dejar 2020 sin celebraciones ha de ser ratificado todavía por las comparsas. Pero se trata más de un trámite que no de un debate que tenga demasiado recorrido, según informaciones a las que ha tenido acceso este diario. Tienen de plazo hasta el miércoles para ratificar o rechazar este acuerdo. Según Festers, en caso de secundar el acuerdo «no se girará el importe del 40% de la cuota del carnet de la Societat de Festers, que iba a hacerse efectivo el 30 de junio.

Según señalan desde Festers en un comunicado, «acabado casi el mes de abril, fecha límite que nos marcamos para tomar decisiones [sobre la celebración o no de las fiestas] el escenario que se presenta no es nada optimista, con el estado de alarma ampliado» y «sin todavía estrategias claras desde el gobierno central para la desescalada». La entidad que preside Vicent Pla revela, asimismo, que de los «continuos contactos» mantenidos «con el Ayuntamiento de Ontinyent, con diferentes consellerias y con la delegación del Gobierno nos llegan informaciones nada esperanzadoras respecto a los actos con concentración de personas tan a corto plazo», lo que a su juicio hace inviable otra decisión que no sea la de suspender las próximas fiestas.

Un gran trabajo previo

Desde Festers resaltan que las fiestas no son solo la celebración del mes de agosto, sino que comportan un enorme volumen de gestiones previas que ya han de estar en marcha y que ahora son inviables. Y añade que «nuestras fiestas de Moros y Cristianos, consideradas de Interés Turístico Nacional y con proyección internacional merecen ser celebradas con los máximas garantías, en todo su disfrute y esplendor», remarcan.