La playa de Canet d'En Berenguer, catalogada por los sucesivos gobernantes municipales como su «joya de la corona», ofrecerá el próximo verano una imagen muy diferente a la habitual como consecuencia de las nuevas reglas de convivencia. El ayuntamiento ya trabaja en las obligaciones que conlleva «el cambio de concepción de las playas» y una de las medidas que estudia es la limitación del aforo a unos 2.000 bañistas en un frente litoral que en periodos de mayor concurrencia puede reunir a cerca de 10.000 personas.

Así lo reconoce el alcalde de Canet, Pere Antoni, quien explica que «nuestros vecinos y el desplazamiento permitido a segundas residencias dentro de la provincia -en un municipio donde muchos veraneantes son valencianos- nos obligan a prestar servicios y nos estamos preparando tanto para el mejor como para el peor escenario durante la próxima temporada de verano».

En este caso, la primera necesidad será limitar la capacidad de la playa Racó de Mar con la habilitación de unos «cubículos», de unos 4 m(2), aislados mediante una red. Otras cuestiones que se han planteado hasta el momento para ofrecer un entorno «controlado y aceptable» es dividir a los bañistas en turnos de mañana y tarde, después de los cuales se procedería a tareas de desinfección.

Pero la actividad durante el verano en Canet va más allá de la playa durante las horas de sol, ya que la animación se extiende al paseo marítimo e incluso a parques del núcleo costero, zonas en las que también se está estudiando aplicar diversas restricciones.

Terrazas al máximo

Otra pieza importante de todo el engranaje turístico estival son los establecimientos comerciales, tanto mercadillos como restaurantes, bares y heladerías. En estos últimos casos, el alcalde reconoce que «en el núcleo urbano hay menos problemas, porque podemos ampliar terrazas y sacrificar alguna plaza de aparcamiento, pero en el paseo marítimo ya están todas al máximo y se tendrían que llegar a acuerdos entre los hosteleros y las propiedades privadas para que puedan ocupar parte de sus fachadas».

En cualquier caso, todas estas cuestiones dependen de los resultados que den los planes de desescalada establecidos por el Gobierno y, por el momento, Canet prefiere mantener la precaución. Y es que, después de que el pasado domingo, con motivo del inicio de los paseos de los menores de 14 años, la Subdelegación de Gobierno diera libertad a los ayuntamiento para abrir su playas, Canet optó por mantenerla cerrada.

Así seguirá también el próximo fin de semana, ya que, según Antoni, «a veces parece que queremos acelerar demasiado y nosotros somos los primeros que estamos deseando abrir la playa, pero preferimos ser prudentes hasta que queden bien definidas las normas, más si cabe cuando se acerca un puente con buen tiempo».