La Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática ha culminado el proyecto de decreto-ley con el que pretende reforzar las competencias de la Administración autonómica a la hora de ejercer la adquisición preferente de inmuebles en las llamadas «transmisiones singulares». Bajo este concepto se engloban las viviendas procedentes de ejecuciones hipotecarias, ventas extrajudiciales y daciones en pago, junto a aquellas operaciones entre grandes tenedores que impliquen la venta de más de diez inmuebles, con el foco especialmente puesto en los bancos y los fondos de inversión.

El decreto, avanzado ayer en las Corts por el vicepresidente segundo Rubén Martínez Dalmau, faculta a la Generalitat para ejercer el derecho de tanteo y retracto en dichas transacciones, adquiriendo los inmuebles por el mismo precio al que se van a enajenar o vender a un tercero. Eso sí, el campo de acción se acota en principio a 229 municipios con grandes necesidades residenciales donde la demanda supera con creces a la oferta, además de a 155 localidades en riesgo de despoblación.

La relación de poblaciones inicialmente incluida en el texto es provisional, puesto que, en el plazo de seis meses, debería ponerse en marcha un catálogo específico elaborado por el Observatorio de Vivienda que recogerá todas las áreas en las que el acceso a la vivienda se ve especialmente afectado de manera negativa por culpa de fenómenos sociales, económicos, demográficos, geográfico, climatológicos o de salud pública.

La introducción de un criterio de delimitación transitorio se debe a la decisión de acelerar la aplicación de la norma, que en última instancia trata de ampliar el exiguo parque público de inmuebles de la C. Valenciana, con 14.000 personas en lista de espera y la previsión de que la covid-19 agrave la problemática del acceso.

El riesgo de las ventas masivas

La materia abordada es siempre controvertida y el decreto -en fase de exposición pública- todavía ha de superar los posibles escollos jurídicos de la Abogacía y la Intervención antes de elevarse al pleno del Consell para su aprobación.

Fuentes de la Conselleria de Vivienda recalcan que el texto no está diseñado para intervenir en operaciones entre particulares, sino para frenar las ventas masivas de inmuebles que, en ocasiones, suponen la expulsión de sus moradores sin que la Generalitat tenga demasiado margen de maniobra. «Hemos detectado que se producen grandes transmisiones de viviendas entre bancos y fondos de inversión, muchas de ellas protegidas. Si no actuamos ya, todas estas viviendas acabarán en fondos de inversión», resumió ayer Dalmau.

Los planes de la Administración para ampliar la vivienda pública se están topando con múltiples obstáculos de recursos, medios y plazos administrativos que ralentizan su materialización. Aunque las ayudas al alquiler se han incrementado, la subida de precios de la vivienda convierte dicha vía en insuficiente. De ahí que la conselleria abogue por herramientas alternativas con tal de aumentar el parque público «de forma rápida y eficaz».

En ese sentido, el decreto añade dos novedades normativas relevantes. Por una parte, aquellos inmuebles adquiridos por la Generalitat mediante tanteo y retracto no podrán descalificarse en toda su vida útil y mantendrán con perpetuidad la protección pública, con la mirada puesta en garantizar siempre su interés general y consolidar un parque estable de viviendas públicas que hasta ahora se ha demostrado muy insuficiente.

El proyecto también permitirá a la conselleria ceder a los ayuntamientos los derechos de adquisición preferente, descentralizando la gestión y dándoles autonomía para articular un parque público de vivienda municipal. En cualquier caso, los consistorios podrán dejar a la Administración autonómica que ejerza esa competencia y aún así adquirir o gestionar los inmuebles.

En su comparecencia de ayer, Dalmau anunció que reforzará en un millón de euros el presupuesto para rehabilitar viviendas y destinará 5 millones más en ayudas de alquiler para colectivos vulnerables específicos. La oposición tachó de insuficientes las medidas.