Las gaviotas patiamarillas, especie invasora que ha desplazado a la autóctona de Audouin, se ha adueñado de las calles de los pueblos costeros de la Marina Alta durante el confinamiento. Han acudido a los contenedores de basura en busca de comida. La de la imagen levanta el vuelo tras picotear en una calle de Xàbia comida para gato y hasta un guante arrojado por un vecino incívico. Estas gaviotas están ahora en plena época de reproducción. De ahí que se muestren pelín agresivas con los deportistas y paseantes que han empezado a salir de sus casas y que se acercan a puntos costeros como el de la playa del Tangó de Xàbia. Acostumbradas a las calles desiertas, ahora graznan a los viandantes.