El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció ayer que la decisión última de qué comunidades pasaban o no a la fase 1 fue adoptada «a nivel de ministro» y que él y su equipo sólo se responsabilizan del contenido técnico de los informes. Pero el contenido de los informes no se conoce y, a falta de explicaciones ministeriales, queda aún por justificar el rechazo a que la C. Valenciana haya pasado en bloque a la fase 1.

Y mientras, aumentan las sospechas de diferencia de trato «político» con otras autonomías. Unas sospechas que fueron ayer a más después de que el gobierno vasco hiciese pública la «propuesta de paso a la nueva normalidad» que ha permitido a Euskadi estar desde ayer en la Fase 1 pese a tener, según demuestra su informe, más posibles casos de Covid-19 sin confirmar que la Comunitat Valenciana.

Cabe recordar que, antes de responsabilizar al ministerio de la decisión de mantener a gran parte de la Comunitat en la Fase 0, Fernando Simón citó la falta de test PCR como motivo principal. Según el científico, los datos de la Generalitat apuntaban a una cantidad «nada desdeñable de casos sospechosos a los que todavía no se le había podido hacer un test».

Según el informe que presentó la Conselleria de Sanitat en el ministerio, la Comunitat Valenciana tenía entre el 28 de abril y el 3 de mayo 2.417 casos sospechosos de coronavirus, y 541 sospechosos con PCR. En ese mismo periodo, y según los datos recogidos por su propio gobierno que se hicieron públicos ayer, el País Vasco sumó 3.873 casos sin diagnosticar en los servicios de atención primaria, y 2.536 con PCR. Así, con un total de 2,16 millones de habitantes, en el País Vasco hay un caso de coronavirus sin diagnosticar por cada 559,69 habitantes. En el caso de la Comunitat Valenciana, la cifra de habitantes por caso sospechoso se eleva hasta los 2.070.

Por otra parte, y tal como recogía ayer este periódico, viendo las actualizaciones diarias de las últimas jornadas, la incidencia acumulada del País Vasco siempre ha triplicado a la valenciana: 50,8 casos por 100.000 habitantes frente a los 14,99 valencianos en la noche del lunes 4 de mayo; o 46,8 frente a 14,2 un día después.

También la C. Valenciana ofrece unos resultados claramente positivos en cuanto a datos de hospitalización, con 5.354 frente a los 6.902 de Euskadi, pese a que su población es notablemente menor.

En el informe que entregó el 8 de mayo al ministerio, el gobierno vasco también indicaba que su ocupación de camas de hospitalización de agudos era el 3 de mayo del 67,18 %, y la ocupación de camas de la UCI era del 62,4 %. Ese mismo día, y según el informe de la Generalitat, la ocupación de camas para agudos era del 46,7 %, mientras que la de la UCI se incrementaba hasta casi el 84 %.

Aumenta la infección

Pero hay un dato en el que la Comunitat Valenciana está perdiendo posiciones, no solo ante el País Vasco sino ante la mayoría de las autonomías, y que podría suponer un problema para que todas las áreas sanitarias pasasen a la Fase 1. Uno de los indicadores que maneja el Ministerio de Sanidad es el de la capacidad de transmisión de la coronavirus, y para ello tiene en cuenta el «Número reproductivo básico instantáneo (Rt)». O, lo que es lo mismo, el número promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una etapa de tiempo (t).

El Gobierno pide que este índice esté por de bajo de 1 pero, según el Instituto Carlos III, y desde el 15 de abril la Comunitat Valenciana siempre había estado por debajo de esta cifra. Pero el domingo alcanzó el 1,07 de Rt, la cifra más alta desde el pasado 1 de abril. Solo los murcianos tienen a día de hoy más capacidad de infectar la Covid-19 que los valencianos. El Rt medio en toda España era el domingo del 0,81.