La última reunión organizada por la Mancomunitat de l'Horta Sud para evaluar la apertura de las piscinas municipales este verano, tras superar la pandemia por la covid-19, evidenció la diversidad de posturas entre los consistorios sobre el asunto. Mientras una buena parte anunció que su intención es abrir los recintos desde el 1 de julio, garantizando las medidas de seguridad, otros, sin negarse a la apertura, se mostraron más cautos, anunciando que están estudiando todas las posibilidades y esperando la evolución del virus. Entre los que se mostraron más partidarios de abrir, figuran ayuntamientos socialistas como Mislata, Silla, Torrent, Alcàsser, Albal o Xirivella. Mientras, Catarroja o Paiporta anuncian que siguen esperando la evolución de la situación sanitaria.

En Mislata, por ejemplo, la previsión es abrir la piscina el uno de julio. Desde hace días se trabaja en un protocolo, que limitará el aforo al 30% y estableciendo turnos, horarios y reserva vía APP. Además, dividirá la zona en franjas de edad: jóvenes, mayores y familias con niños. También dentro de la propia piscina.

En Silla, se comprobará la temperatura de los usuarios a la entrada, medidas de protección y aforo. El precio de la entrada se mantendrá, aunque se deberán reservar tanto por APP como de manera presencial en dependencias municipales. El aforo queda limitado a 174 personas en turnos de mañana y tarde.

En cambio, Paiporta resalta que el «primer objetivo es prevenir contagios y no volver atrás en esta desescalada». Y aunque prepara un protocolo para la apertura, espera la evolución de la desescalada para decidir. Catarroja está en una situación similar. Ha encargado a la gestora un plan de actuación que se aplicará si toman la «importante decisión» de abrir la piscina.