Se identifican como refugiados, pero no lo son. Aún no. Son demandantes de asilo, piden protección internacional en el país pero muy pocos la consiguen. Las cifras hablan por sí solas y ante el día Mundial del Refugiado, que se celebra hoy, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) publica su memoria anual y exige de nuevo, un cambio en el sistema ya que cada año hay más solicitudes y muy pocos hombres, mujeres y niños consiguen, al final del largo proceso, el estatus de refugiado. El año pasado solo lo consiguieron el 5,2 %.

Pero, además, ha reclamado medidas urgentes para garantizar el acceso al derecho de asilo ante el impacto de la covid-19. De hecho, en los meses de la pandemia el número de solicitudes ha caído en picado .

Según CEAR, las cifras de solicitudes de 2019 en València tuvieron un crecimiento exponencial. El total de solicitudes de asilo de las tres provincias valencianas fue de 7.501, un «importante incremento» puesto que las cifras de años anteriores habían sido de 4.330 en 2018 y 2.300 en 2017. Como ocurrió el año pasado, la valenciana volvió a ser la cuarta autonomía en cifras de asilo, solo por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía. Las cifras de solicitudes de asilo en la provincia de València se multiplicaron en los últimos años, de 1.429 el año 2017, se pasó a 3.588 en 2018, hasta llegar a las 5.548 del 2019. Esta última es la mayor cifra nunca antes registrada en la provincia.

En lo que respecta al desglose por provincias, también Castelló y Alicante han sufrido un importante incremento de solicitudes. Alicante pasó de las 505 de 2018 a duplicar esta cifra, llegando a las 1.140 solicitudes en 2019, mientras que Castelló ha triplicado las cifras pasando de las 237 en 2018 a las 813 solicitudes de 2019.

Que no sea una excusa

CEAR reclama a las autoridades europeas y españolas que no utilicen la epidemia de la covid-19 «como excusa» para no respetar el derecho de asilo de miles de personas bloqueadas en países no seguros como consecuencia al cierre de fronteras y para aplicar políticas más restrictivas de control migratorio.

Y es que en la presentación de su Informe Anual 2020: Las personas refugiadas en España y Europa, CEAR destaca los obstáculos que se mantuvieron el año pasado para hacer efectivo el derecho de asilo, a pesar de registrarse un récord en el número de peticiones presentadas. Al mismo tiempo, la organización denunció que en 2019 España solo ofreció protección internacional al 5,2 % de solicitantes, en contraste con el 24 % del año anterior y el 31 % de media en el conjunto de países de la Unión Europea en 2019. Aunque también destaca positivamente la concesión de cerca de 40.000 permisos por razones humanitarias, la inmensa mayoría a personas de nacionalidad venezolana.

«España siguió poniendo numerosas trabas para que muchas personas puedan solicitar asilo en nuestro país, con la persistencia de las devoluciones en caliente, la exigencia de visado de tránsito a las personas originarias de Siria, Palestina o Yemen, o dificultando los procesos de reagrupación. Además se siguen produciendo enormes retrasos de formalización y documentación, y continúan los impedimentos para acceder al procedimiento en la frontera sur, debido a la ausencia de vías legales y seguras», aseguran desde CEAR.